lunes, 2 octubre 2023

Un cuadro de Tenerife pintado por el premio Nobel Wilhelm Ostwald

El fisicoquímico alemán era un gran aficionado al arte y creó una conocida teoría del color que influyó en la escuela de Bauhaus

Al azar

El cuadro que se ve sobre estas líneas fue pintado en 1913 por el fisicoquímico alemán Wilhelm Ostwald (1853-1932). Representa un paisaje costero de Tenerife (Islas Canarias). La esposa de Ostwald, Helene, se lo regaló en 1933 al también fisicoquímico Georg Bredig, ya que este y Ostwald habían sido muy buenos amigos.

Nota en la parte posterior del cuadro de Ostwald (digital.sciencehistory.org, CC 4.0)
Retrato de Ostwald por A. Klamroth (pastel, 1904

Ostwald recibió en 1909 el Premio Nobel de Química “en reconocimiento a su trabajo sobre catálisis y por sus investigaciones sobre los principios fundamentales que gobiernan los equilibrios químicos y las velocidades de reacción”. Es considerado uno de los fundadores de la Fisicoquímica. Cuando se jubiló en 1906 pudo dedicarse a sus mayores aficiones: la pintura, la literatura y la filosofía. Según Robert Root-Bernstein, profesor de la Universidad del Estado de Michigan, Ostwald dejó 4000 pinturas, de las cuales 3000 eran pasteles y estudios de color. Consideraba la pintura y el dibujo como una forma de “recuperación física y psíquica”. Su primera referencia explícita a estas actividades fue en 1884, cuando pintó durante un viaje. Después de 1904 emprendió excursiones de pintura casi todos los años.

Oswald y el arte

Wilhelm Ostwald es conocido en el mundo del arte porque desarrolló la teoría moderna del color. La afición la heredó de su familia, que en general estaba muy interesada por todas a las humanidades y también por las manualidades y la artesanía. Precisamente, quizá lo que llevó a Ostwald al estudio de la química fue que siendo adolescente hizo mucha química orientada al arte. Así, creó fuegos artificiales, sintetizó películas de colodión para una cámara fotográfica que él mismo construyó, inventó un nuevo método de decalcomanía para transferir pigmentos de un soporte a otro y fabricó sus propios crayones de pastel y pigmentos para pintura al óleo. Año más tarde, gracias a sus habilidades artesanales se convirtió en un prolífico inventor de técnicas y equipos fisicoquímicos.

“Nubes y olas”, Wilhem Ostwald, 1913 (Angew. Chem. Int. Ed. 2004, 43, 4842 –4846)

Explicó muchos los fenómenos físicos y químicos que están detrás de los efectos pictóricos. Por ejemplo, una de su primeras observaciones fue que algunos compuestos cambian de color cuando se disuelven en agua. Las razones de este cambio de color eran desconocidas hasta que Svante Arrhenius propuso en 1887 que las sales en disolución se disocian en iones. Ostwald, uno de los primeros ionistas, e informó en 1892 que muchos compuestos que cambian de color al disolverse son sales que se ionizan.

Leonardo 2006 39 (5) 418–419

La escuela de Bauhaus

Su teoría del color tuvo un gran impacto en la industria alemana de pinturas. Él mismo estableció una fábrica de pigmentos cerca de Leipzig, que funcionó de 1920 a 1923. Pero, además, influyó en los artistas y especialmente en los adscritos al movimiento conocido como escuela de Bauhaus de artes, arquitectura y diseño. A ella pertenecían figuras clave del arte del siglo XX como Wassily Kandinsky, Walther Gropius, Joost Schmidt o Paul Klee. Ostwald fue invitado a dar conferencias a los miembros de la escuela en 1927 y se convirtió en director del Círculo de Amigos de la Bauhaus en 1931.

Sistema de Ostwald de 618 tonos de color (不寐听江 – Wikimedia Commons)

Teoría del color

Sus teorías sobre el color las plasmó en varios escritos, y especialmente en Die Farbenfibel (“La carta de color”), de 1917. La contribución más importante del fisicoquímico quizá sea el papel que le asignó al gris como coordenada clave del “espacio de color”. Proponía una escala de brillos de un color determinado agregando blanco y negro en proporciones que habrían de seguir una progresión logarítmica. Este sistema proporcionaría, según él, un esquema para lograr un equilibrio tonal perfecto y una composición de color armoniosa en una pintura.

Dos cuadros de Ostwald en los que aplica su teoría del color (Angew. Chem. Int. Ed. 2004, 43, 4842 –4846)
Angew. Chem. Int. Ed. 2004, 43, 4842 –4846

Ostwald defendía que había que combinar los colores de modo que ninguna parte de la composición destacara mucho sobre las demás. Su intención fue la de crear un conjunto de reglas infalibles para lograr la armonía. Esta armonía era para él semejante a la de la música, estando persuadido de que la conexión entre la música y el color tienen orígenes antiguos. Exploró estas nociones en un manuscrito de 1925 titulado El arte musical y el arte de la luz.

Otras artes

Pero no solo le interesó la pintura. Tocaba la viola lo suficientemente bien como para haber podido ser un profesional. También aprendió piano, armonio y fagot. No conformándose con eso, fue compositor. Además escribió poesía. En una conferencia en 1903 dijo:

Personalmente, estoy en deuda con el arte por muchas horas edificantes y hermosas. La poesía, la música y la pintura me han reanimado y me han dado nuevas fuerzas cuando, agotado por el trabajo científico, me he visto obligado a dejar mis instrumentos a un lado.

Referencias

  • Science History Institute (https://sciencehistory.org/)
  • Robert Root-Bernstein; Wilhelm Ostwald and the Science of Art. Leonardo 2006 39 (5) 418–419. DOI: 10.1162/leon.2006.39.5.418.
  • Philip Ball y Mario Ruben. Color Theory in Science and Art: Ostwald and the Bauhaus. Angew. Chem. Int. Ed. 2004, 43, 4842 – 4846. DOI: 10.1002/anie.200430086
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