Jorge Talavera García »
La guerra es considerada como la relación más antigua entre civilizaciones. Desde el comienzo de los tiempos ocupó un lugar destacado en la cultura de los pueblos. Odín, Ares, Marte engloban el mismo concepto, venerado, respetado y temido por el hombre.
Aunque se dice que en el amor y en la guerra todo vale, en este último caso (dejemos a un lado los conflictos pasionales) las naciones han trabajado en llegar a acuerdos para evitar la escalada de conflictos internacionales, y en primera instancia el daño a la población civil. Organismos, protocolos y jurisprudencia internacional han servido para establecer límites a los actos de guerra, no exentos de debate y polémica, como es el caso que nos ocupa, el del fósforo blanco.
¿Arma química?
El tema de las armas químicas es peliagudo, estrictamente un arma química puede ser cualquier cosa, desde un trabuco de pólvora a un bocata de mortadela sobre el que has estornudado. Sin embargo, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) delimita el término de arma química a “aquel artilugio considerado como arma cuyo efecto destructivo no sea producto de una explosión”, distinguiendo entonces entre arma convencional (un fusil, una granada), arma nuclear (bomba de fisión, misil balístico intercontinental) y arma química (pesticidas o el ántrax, ojo que las armas bacteriológicas entran dentro de las químicas).
El fósforo blanco
El fósforo blanco es uno de los alótropos más comunes del Fósforo (se han mencionado hasta doce formas) ¡Un momento! ¿qué es un alótropo? Es como se denomina a cada una de las distintas formas estructurales en las que se puede presentar un mismo elemento químico en un estado de agregación determinado, el ejemplo clásico sería el oxígeno que en estado gaseoso se presenta en forma de oxígeno atmosférico, O2, o de ozono, O3, es el mismo elemento con distinta estructura y distintas propiedades, por lo tanto el O2 y el O3 son alótropos del oxígeno.

Entonces tenemos fósforo blanco, que es un alótropo del fósforo, en forma de P4. Se obtiene a partir del fosfato cálcico combinado con arena y coque, la mezcla se calienta en un horno eléctrico y posteriormente se destilan sus vapores para obtener el P4:
2Ca3(PO4)2(s) + 6SiO2(s)+ 10C(s) → P4(g)+ 6CaSiO3 (l) + 10CO (g)
La propiedad más interesante del fósforo blanco es su alta capacidad reactiva (debido a la debilidad del enlace entre átomos de fósforo en su estructura) lo que provoca que arda en contacto con el aire emitiendo luz y nubes de óxido de fósforo (V):
P4(s) + 5O2(g)→ 2P2O5(s)
Esto le hace ser bastante efectivo como agente incendiario, crear pantallas de humo así como para iluminación (también en munición trazadora).
Efectos del fósforo blanco
La explosión de una bomba de fósforo blanco crea una gran película de humo que ciega al enemigo y que sirve a su vez para ocultar tropas. El humo va acompañado de partículas incandescentes de gran poder incendiario. Si alcanzan la piel producen graves quemaduras que si no se contienen pueden llegar hasta el hueso. Se trata de quemaduras muy peligrosas, extensas y profundas que en muchos casos precisan de amputación, y que además, al contener fósforo este puede ser absorbido por el cuerpo afectando al corazón, hígado o riñones.

Convenciones, protocolos y controversia
¿Es entonces el fósforo blanco un arma química? No es una pregunta sencilla desde luego, ya que no estamos ante criterios científicos o químicos, si no políticos.
La OPCW no incluye el fósforo blanco como tal, basándose en que su finalidad es la del camuflaje, siendo su empleo totalmente legal ya que estaríamos ante un arma convencional. Sin embargo, el tercer protocolo de la convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales de las Naciones Unidas viene a decir que debido a su carácter no puede hacerse uso del fósforo blanco contra poblaciones civiles. Vamos, que si el alcalde de Villarriba decide lanzar fósforo blanco a los vecinos de Villabajo puede acabar sentado en el tribunal de La Haya, pero claro, no es tan fácil, porque aquí entran los factores políticos:
–Oiga que el ataque iba dirigido a los activistas del frente de liberación de Villabajo que se encontraban en ese momento atrincherados en el pueblo
–Oiga, que usamos el fósforo blanco para ocultar a nuestras tropas del enemigo y a ver quien es el listo que demuestra lo contrario.
El ejercito estadounidense fue duramente criticado por el uso de este agente en Irak, y la repuesta del portavoz del pentágono Byran Whitman fue tajante:
Las armas con fósforo blanco no son consideradas ilegales. Nuestro Ejército lo utilizó para crear pantallas de humo […] El Ejército utilizó fósforo blanco en operaciones contra combatientes enemigos. Es falso que lo empleasen contra civiles.
Resulta curioso lo que puede llegar a representar una mera clasificación; sin embargo es donde radica la controversia en torno al fósforo blanco. Diversos organismos y ONG luchan para que sea incluido como arma química con el fin de erradicar su uso en los conflictos y evitar los temidos efectos de sus quemaduras sobre la población. Guerra, política y derecho internacional… ¡qué siga la fiesta!