domingo, 10 diciembre 2023

El sol, nuestra gran alegría

Al azar

Lucía Tocino Benítez »

Es algo muy típico que la gente del sur suela decir que las personas del norte son algo más tristes, antipáticas y con carácter más frío; todo esto puede tener un trasfondo científico. Incluso nosotros mismos en días lluviosos o de frío invierno nos notamos un tanto apagados y tristes, además de que el otoño e invierno son las estaciones del año con un mayor aumento de casos de personas con depresión.

En nuestro cerebro encontramos serotonina, dopamina y norepinefrina, que son neurotransmisores que influyen en la regulación del apetito, temperatura corporal, actividad motora, motivación, sueño, humor, aprendizaje, atención, afecta al corazón, regulación de la leche… Como podemos comprobar tienen multitud de funciones y a causa de ellas también se ve variado nuestro estado anímico.

Investigadores del Instituto Baker, en Melbourne (Australia), llevaron a cabo un estudio para ver si había alguna relación entre la cantidad de luz solar y la segregación de dichas hormonas y si así se veía reflejado en el estado de ánimo. El estudio consistió en introducir unos catéteres en venas y arterias yugulares para así poder recoger muestras de sangre procedentes directamente del cerebro. Las extracciones se harían casi diariamente, para así comprobar los cambios y además también llevar un control en la variación del ambiente en esos momentos.

Se tenia en cuenta los cambios en los neurotransmisores y las variaciones de la presión del ambiente, temperaturas máxima y mínima, la cantidad de lluvia total y el número de horas de luz solar que se habían emitido. La conclusión del estudio fue que la luz solar afectaba a la concentración de la serotonina, encontrándose picos mas altos en los días soleados y picos mas bajos en días nublados.

Por otro lado, no se encontraba relación alguna entre la serotonina y los demás factores. Además no se observaron variaciones entre los cambios de estaciones y los neurotransmisores extracerebrales, con lo que se piensa que la cantidad de serotonina cerebral se ajusta rápidamente al grado de luz solar del ambiente.


Bibliografía

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