domingo, 10 diciembre 2023

La química de la fotografía tradicional

Al azar

Pablo Vacas Macarro »

Un poco de historia

La fotografía ha recorrido un largo camino desde que el científico Joseph Nicéphore Niepce obtuviera la primera fotografía en la década de 1820 a partir de una cámara oscura y una placa de peltre cubierta de betún.

El peltre es una aleación de cobre, antimonio, estaño y plomo. Suele emplearse en la fabricación de adornos

La cámara oscura, precursora de la cámara analógica, originalmente consistía en una sala completamente cerrada excepto por un pequeño orificio en la pared por donde entraba la luz. Al pasar la luz por el orificio éste funciona como una lente convergente y se proyecta la luz en la pared contraria, con lo que se crea una imagen invertida, con más nitidez cuanto menor tamaño tenga el orificio. Antiguamente esta técnica se usaba como una guía para el dibujo, proyectando las imágenes del exterior sobre un papel, pero no se podían grabar las imágenes de ninguna otra forma.

Cámara oscura. Las imágenes del exterior se proyectan invertidas en el interior de la caja.

Esto se solucionó con la llegada de los materiales fotosensibles. La investigación en sustancias fotosensibles como los haluros de plata hizo posible el desarrollo de la fotografía analógica o fotografía tradicional, como usualmente la denominamos.

La primera cámara práctica es de 1839 y es conocida como el daguerrotipo, un invento de Louis Daguerre inspirado en la experiencia de Niepce, aunque aún era una máquina con muchos inconvenientes y que necesitaba tiempo de exposición prolongados para obtener resultados.

El material fotosensible

Los materiales fotosensibles más usados en la fotografía son los haluros de plata (AgBr, AgCl, AgI y AgF).

Estos materiales se colocan en suspensión en un gel, formando lo que se conoce como una emulsión fotográfica, y cuando se abre el obturador de la cámara (el dispositivo que controla el paso de la luz) la luz incide sobre los materiales. Los materiales suficientemente iluminados pasan a un estado de excitación, y así se forma lo que es conocido como imagen latente.

Para conseguir imágenes en color se emplean varias capas de emulsiones sensibles a distintas longitudes de onda, de forma que cada capa es sensible a un color gracias a filtros que separan las emulsiones, y superpuestas dan una imagen en color.

Revelado y fijación

Para que la imagen latente se transforme finalmente en una foto es necesario revelarla. El revelado consiste en la intensificación de esta imagen que se forma al exponerla a la luz. Por un proceso químico de oxidación-reducción se consigue que los haluros de plata se descompongan, y la plata metálica resultante deja una marca en la película fotográfica. Además, según el tiempo de exposición a la luz (marcado por el tiempo que estuvo abierto el obturador al hacer la fotografía) dependerá la cantidad de partículas de plata.

AgCl + e ⟶ Ag + Cl

Una sustancia química reductora cede electrones a los haluros de plata y provoca su descomposición

Una vez hecho esto hay que eliminar las sales de plata sobrantes que no fueron excitadas y por tanto no se redujeron en el proceso de revelado. Eso se consigue con un compuesto químico ácido que las disuelve, en un proceso conocido como fijación. Así se consigue el negativo de la fotografía.

Por último hay que proyectar la imagen del negativo sobre el papel fotográfico, que es sensible a la luz. Este último paso se conoce como positivado, y una terminado esto ya tendremos la fotografía final.

Procesamiento de una emulsión fotográfica (creación de la imagen latente, revelado y fijación).

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