Según un estudio publicado en 2015, los cromosomas Y de la mayoría de los hombres europeos se remontan a solo tres individuos que vivieron hace entre 3500 y 7300 años. Esto explica que para ser un lugar tan grande y culturalmente diverso Europa tenga relativamente poca variedad genética.
Inicialmente, Europa fue poblada por neandertales, pero, aunque han dejado cierto legado genético, son las oleadas posteriores las que explican la mayor parte de la ascendencia europea moderna. Los primeros humanos anatómicamente modernos llegaron al continente hace unos 40000 años. Eran los cazadores-recolectores del Paleolítico, más concidos como cromañones, que poblaron escasamente Europa y vivían más o menos como los neandertales. Pero hace unos 8000 años se produjo una explosión demográfica en el continente y en el sur de Asia debido al descubrimiento de la agricultura en Oriente Medio.
En los últimos años, las nuevas tecnologías de lectura de secuencias de ADN están sustentando la tesis de que los europeos modernos proceden tanto de los nuevos pueblos agrcultores como de los cromañones y también de un pueblo conocido como los Yamna, pastores nómadas de la estepa de lo que hoy es Ucrania y Rusia. Según los arqueólogos, estos llegaron a Europa hace unos 4500 años trayendo consigo caballos, ruedas, sus carcaterísticos túmulos funerarios y el lenguaje protoindoeuropeo.
Cromosoma Y
Los varones heredan sus cromosomas Y de sus padres. Este cromosma muta poco, pero el seguimiento de estas mutaciones permite a los científicos crear un árbol genealógico de padres e hijos que retrocede en el tiempo. Pues bien, estudios genéticos hechos por una técnica de secuenciación de nueva generación han permitido concluir que dos tercios de los hombres europeos modernos se encuentran en solo tres ramas.
Cada una de estas ramas remonta su ascendencia paterna a un individuo sorprendentemente reciente (que se muestra con punto rojo en la figura de cabecera). Se estima que estos tres hombres vivieron en diferentes momentos entre hace 3500 y 7300 años. Los linajes de cada uno parecen haber explotado en los siglos siguientes a sus vidas y dominaron Europa.
Luego, hace entre 2100 y 4200 años, en la Edad del Bronce, comenzó a suceder algo interesante. El árbol de repente se divide en muchas ramas más pequeñas, lo que significa que el número de hombres que se reproducen estaba en aumento. Esto podría representar un retorno a un sistema de relaciones relativamente monógamas, aunque podrían darse otras interpretaciones.
Fuente
Batini, C., Hallast, P., Zadik, D. et al. Large-scale recent expansion of European patrilineages shown by population resequencing. Nat Commun 6, 7152 (2015). DOI: 10.1038/ncomms8152