Un estudio publicado en Royal Society Open Science sugiere que los perros pueden imitar el parpadeo de otros perros, de manera similar a como lo hacen los humanos y otros primates para establecer vínculos. Esta sincronización sutil plantea preguntas sobre la comunicación entre los perros y su capacidad de conexión social.
Investigaciones previas ya habían demostrado que los perros tienden a parpadear más cuando están rodeados de otros perros y que este comportamiento podría estar relacionado con el mantenimiento de la armonía en sus interacciones. Además, los perros han mostrado otras formas de mimetismo facial, como bostezar o hacer expresiones lúdicas en respuesta a sus compañeros.
Un experimento con vídeos
Para analizar este fenómeno, la bióloga evolutiva Chiara Canori y su equipo diseñaron un experimento en el que grabaron vídeos de un terrier, un cocker spaniel y un border collie mirando a la cámara mientras se enfocaban en un juguete o premio. En algunos vídeos, los perros parpadeaban; en otros, no. También incluyeron clips en los que los perros lamían su nariz, un gesto comúnmente asociado con emoción o frustración. Estas grabaciones fueron editadas en clips de 71 segundos y mostradas a 54 perros domésticos de diversas razas, quienes nunca habían interactuado con los perros en pantalla.
Mientras observaban los vídeos, los perros participantes fueron monitoreados con sensores cardíacos y cámaras para registrar sus reacciones. Aunque algunos se aburrieron y se durmieron, la mayoría parpadeó un 16 % más cuando veían a otro perro parpadear, en comparación con las otras condiciones. Esto sugiere que los perros probablemente imitan el parpadeo de sus congéneres. Sin embargo, no se ha determinado si esta sincronización es intencional o automática, algo que futuras investigaciones deberán esclarecer.
¿Inconsciente?
Este tipo de comunicación suele ser subconsciente y los perros no piensan deliberadamente en parpadear para crear un vínculo. No obstante, el hecho de que lo hagan podría indicar que el parpadeo funciona como una señal social para transmitir tranquilidad.
Por otro lado, el estudio encontró que los perros no imitaban el lamido de nariz de sus congéneres en pantalla, aunque sí mostraban más la parte blanca de sus ojos. Este hallazgo es inesperado, ya que dicha respuesta suele asociarse con emociones intensas.
En conclusión, este estudio resalta la complejidad de la comunicación canina y sugiere que los humanos deben ser más cautelosos al interpretar señales de comportamiento en sus perros, observándolos con mayor atención para comprender mejor sus emociones.
Fuente: doi: 10.1126/science.z6v2wss

