En uno de sus primeros anuncios públicos como nuevo director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, Jayanta “Jay” Bhattacharya ha lanzado una iniciativa que podría marcar un cambio importante en la forma en que se hace investigación biomédica. Se trata de la creación de la Oficina de Innovación, Validación y Aplicación en la Investigación (ORIVA), cuyo objetivo principal es coordinar esfuerzos para reducir el uso de animales en los estudios financiados por esta agencia.
Aunque aún no se conocen detalles sobre el presupuesto o el calendario de implementación de ORIVA, el comunicado oficial subraya que esta nueva oficina buscará “expandir la financiación y formación en métodos alternativos al uso de animales y aumentar la conciencia sobre su valor en la investigación traslacional”. Esta decisión se alinea con un movimiento más amplio en Estados Unidos, ya que recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) también anunció que empezará a eliminar gradualmente las pruebas con animales para ciertos tratamientos experimentales.
Las alternativas que promueve el NIH incluyen dispositivos microfluídicos que simulan órganos humanos, modelos computacionales, organoides creados a partir de células madre humanas y el análisis de datos de salud reales de grandes poblaciones. Estas tecnologías ofrecen la posibilidad de modelar con mayor precisión la biología humana, algo especialmente valioso en áreas como el desarrollo de medicamentos.
Además de impulsar estas tecnologías, el NIH se compromete a reducir posibles sesgos a favor de los estudios con animales. Para ello, capacitará a los evaluadores de propuestas de investigación y añadirá expertos en métodos sin animales a sus paneles de revisión científica.
Reacciones
Las reacciones ante este anuncio han sido variadas. Grupos defensores del bienestar animal, como Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) y el Comité de Médicos por una Medicina Responsable, celebraron la decisión como un avance largamente esperado. Estas organizaciones destacan el potencial de los métodos sin animales para representar con mayor fidelidad la biología humana y reducir el sufrimiento animal.
Sin embargo, también hay voces cautelosas. Matt Bailey, presidente de la Asociación Nacional para la Investigación Biomédica, sostiene que si bien reducir el uso de animales es deseable, es crucial garantizar que los métodos alternativos estén suficientemente validados antes de reemplazar completamente a los modelos animales. Asegura que lo más importante es usar el modelo más adecuado para responder cada pregunta científica, sin forzar una solución única.
Desde hace años, el NIH ha explorado vías para reducir la dependencia del uso de animales en investigación. En 2023, ya se había establecido un programa complementario con ese objetivo. Lo que aún no está claro es cómo se integrará ese programa previo con la nueva oficina ORIVA.
Este paso del NIH podría marcar un punto de inflexión en la investigación biomédica, promoviendo tecnologías innovadoras que respeten el bienestar animal sin comprometer la calidad científica. Pero, como advierten algunos expertos, su impacto real dependerá de cómo se implemente y de que las decisiones sigan estando guiadas por la ciencia.
Fuente: Science.

