domingo, 10 diciembre 2023

El proyecto de la Gran Muralla Verde del Sahel no avanza al ritmo planeado

La idea era que en 2030 se hubieran restaurado 100 millones de hectáreas de tierra y se hubieran creado 10 millones de puestos de trabajo

Al azar

En 2007 la Unión Africana proyectó crear una Gran Muralla Verde para restaurar ecológicamente grandes extensiones de la región del Sahel-Sáhara, donde viven poblaciones que se encuentran entre las más desfavorecidas del mundo, las cuales, además, tienen peor futuro ya que el cambio climático las hace más vulnerables.

El plan tenía como objetivo que en 2030 se hubieran restaurado 100 millones de hectáreas de tierra degradada en 11 países de la franja del Sahel, desde Senegal hasta Yibuti, de modo que se creara una muralla arbórea de más de 7000 kilómetros de larga, se mejoraran los suelos y se protegieran los bosques existentes con la intención de secuestrar grandes cantidades de dióxido de carbono. Al mismo tiempo se daría trabajo en la región.

Problemas

Sin embargo, los plazos no se están cumpliendo. En 2020 solo se había restaurado una quinta parte de la tierra degradada (20 millones de hectáreas) y se habían creado 350.000 de los 10 millones de puestos de trabajo proyectados.

Esto no se debe solamente a que la inversión realizada hasta el momento es mucho menor que la prevista (2500 millones de dólares de un total de 30000 millones presupuestados), sino porque la financiación encuentra dificultades técnicas y la coordinación y confianza entre los países a los que se quiere favorecer y los países donantes es débil.

Las naciones donantes, lógicamente, están invirtiendo más en países que actualmente son relativamente estables, como Etiopía, Eritrea, Níger y Senegal, pero no lo hacen en Chad, Malí, Burkina Faso y Sudán, gobernados por sus fuerzas armadas y sufriendo inestabilidad, insurgencias y altas tasas de desplazamiento interno de personas, pérdidas de medios de vida y pobreza. Es obvio que este tipo de conflictos internos no favorece precisamente que se pueda alcanzar ningún objetivo de conservación y desarrollo económico.


Fuente: Nature 616, 412 (2023). DOI: 10.1038/d41586-023-01293-6.

Relacionados

Dejar un comentario

Suscripción a Triplenlace

Últimos artículos