Después de más de dos décadas de limitaciones financieras y burocráticas, un equipo de investigadores obtuvo finalmente permiso para explorar profundamente la estructura del Tesoro en Petra, Jordania, utilizando un radar de penetración terrestre. Esta icónica fachada, conocida localmente como Al Khazneh, es uno de los monumentos más reconocibles del mundo, pero su verdadero propósito sigue siendo un enigma. Aunque en 2003 se descubrieron tumbas ocultas cerca del Tesoro, el otro lado de la estructura permanecía inexplorado hasta ahora.
Gracias a las exploraciones de radar realizadas este año, se detectaron cavidades y vacíos en el terreno frente a las tumbas ya descubiertas, lo que llevó a una excavación arqueológica realizada por un equipo conjunto de investigadores jordanos y estadounidenses. Entre los hallazgos más sorprendentes, se encontró una tumba intacta, con 12 esqueletos humanos y una variedad de ofrendas funerarias. Este descubrimiento ha generado nuevas preguntas sobre la civilización nabatea, que construyó Petra en el siglo IV a. C. y cuya capital fue anexada al Imperio Romano en el año 106 d. C.
Los arqueólogos creen que esta tumba pudo haber sido construida antes que el propio Tesoro y que yace bajo tierra, frente a la famosa fachada de piedra rosada. Aunque muchos turistas visitan Petra y reconocen el Tesoro, los arqueólogos están seguros de que hay mucho más bajo tierra que aún no ha sido revelado.

Una de las Siete Maravillas del Mundo
El hallazgo de las estructuras subterráneas en Petra, una de las Siete Maravillas del Mundo y sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ha reavivado el interés por descubrir más sobre la misteriosa civilización nabatea. A pesar de las nuevas respuestas que ofrece este descubrimiento, los investigadores creen que aún queda mucho por explorar. Las exploraciones de radar han detectado otras cavidades que esperan ser investigadas en el futuro. Sin embargo, la falta de fondos sigue siendo un obstáculo para continuar las excavaciones.
A pesar de estos inconvenientes, los investigadores son optimistas sobre el futuro de la investigación en Petra, y esperan que colaboraciones continuas entre investigadores estadounidenses y jordanos permitan nuevos descubrimientos que puedan desentrañar aún más los secretos de esta antigua ciudad.
Fuente: New York Times

