domingo, 10 diciembre 2023

Electrolitos: qué son y qué importancia tienen en los seres humanos

Al azar

Kaitlyn Patricia Delaney »

Un electrolito es cualquier sustancia que está compuesta de iones libres. Estos iones, es decir átomos o moléculas con cargas eléctricas, positiva o negativa, dejan que la sustancia se comporte como un medio conductor eléctrico. Algunos gases pueden funcionar como electrolitos bajo condiciones especiales, no obstante lo más común que se suele hallar son electrolitos en la forma de sales, ácidos y bases solubles. Un ejemplo común de una solución iónica, o electrolito, sería añadirse un poco de NaCl, sal común, a un vaso de agua y dejar que la sal se disuelva, dando paso al proceso de solvatación (en este caso, hidratación).

Estos átomos cargados actúan como portadores de corrientes eléctricas dentro del agua. La solvatación es una interacción entre las moléculas del solvente y el soluto, pero no cambia químicamente la sustancia.

Importancia de los electrolitos

Los electrolitos desempeñan un papel crucial en todo organismo vivo. Toda forma de vida precisa de un complejo mantenimiento de electrolitos en niveles extracelulares e intracelulares. Sin darnos cuenta, el cuerpo humano por sí solo alberga electrolitos de sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca2+), bicarbonato (HCO32–), magnesio (Mg2+), cloruro (Cl) e hidrogenofosfato (HPO42−).

Estos electrolitos son responsables de varios procesos vitales dentro del cuerpo humano de los cuales incluyen: la respiración, hidratación del cuerpo, pH de la sangre, función de los músculos y los nervios y la regeneración de tejido corporal dañado.

Los electrolitos regulan toda la función de los músculos y los nervios, y por eso tanto el tejido muscular como las neuronas son denominados los tejidos eléctricos del cuerpo. Los dos son activados por actividades electrolíticas entre el fluido extracelular e intracelular. Una contracción muscular necesita la presencia de sodio (Na+), calcio (Ca2+) y potasio (K+) para llevarse a cabo correctamente. Una carencia de electrolitos, o simplemente niveles inadecuados, pueden causar daño y/o debilidad en los músculos.

El corazón y las neuronas también emplean los electrolitos para mantener voltajes a través de sus membranas celulares y para enviar impulsos eléctricos de sí mismos a otras células. Con tantos electrolitos viajando en el flujo sanguíneo, los niveles se mantienen constantes por la moderación del hígado y varias hormonas. Los niveles se alteran cuando la cantidad del agua en el cuerpo humano aumenta o baja.

Dependiendo de la hidratación, el cuerpo desencadenará cambios para que se establezcan los niveles de los electrolitos. Practicando cualquier actividad física se suda y se pierden electrolitos, mayoritariamente sodio y potasio. El consumo de alcohol, que funciona como diurético, causa una excesiva pérdida de fluidos del cuerpo, resultando también una severa pérdida de electrolitos. Para mantener constante las concentraciones de electrolitos en los fluidos del cuerpo hay que reemplazarlos diariamente.

Fuentes de electrolitos

Últimamente, el consumo de bebidas deportivas se ha puesto de moda como ‘la manera’ de rellenar el cuerpo de electrolitos, pero también hay que tener en cuenta que hay muchas mejores fuentes que serían más recomendables. Mientras las bebidas deportivas, sí, contienen electrolitos, es cierto también que contienen muchos azucares refinados, colores artificiales, y otros productos sintéticos perjudiciales, tal y como el aceite vegetal bromado.

Para asegurarse de que se ingiera una buena cantidad de electrolitos, no hace falta mirar más que los alimentos que contengan buenas fuentes de tales minerales. Cloruro de sodio, o sal común, aparece en prácticamente cada alimento que se compra hoy en día. Además, en un día de ejercicio intenso, hasta un poco de sal mezclada con agua será suficiente para mantener niveles adecuados de los electrolitos de sodio.

Por los demás, basta consumir una dieta variada, con cantidades grandes de fruta y verdura. En muchos frutos secos, verduras, especialmente de color verde oscuro, cereales y legumbres, hay grandes cantidades de electrolitos de magnesio, calcio, hidrógeno fosfato, etc. El potasio también se halla fácilmente en alimentos como plátanos, tomates, acelgas y naranjas. Los productos lácteos también contienen muchos electrolitos; sin embargo, hay que tener fuentes variadas y nunca depender de solo un alimento para todo.


Referencias

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