La fotografía panorámica sobre estas líneas corresponde a las cuatro arquivoltas y el tímpano de la portada de la iglesia de Santo Domingo, en Soria, que son los elementos arquitectónicos más valiosos de este templo románico empezado a construir en el siglo XII.
En el tímpano llama mucho la atención que el niño Jesús no está sentado en el regazo de la Virgen, sino del Padre. Este tipo de iconografía se llama trinitas paternitas (o trinidad paternitas) y Santo Domingo de Soria es uno de los cinco únicos ejemplares en España (lo que en este caso equivale a decir en todo el mundo). Los otros cuatro son Silos, Tudela, Santiago y Santo Domingo de la Calzada).
En la primera arquivolta del arco de la portada se representa a los veinticuatro ancianos del Apocalipsis (dos por dovela) tañendo diversos instrumentos musicales.
La segunda arquivolta escenifica la matanza de los santos inocentes; se ve a Herodes aconsejado al oído por un demonio con alas.
En la tercera se ven distintos episodios evangélicos como la Asunción, la Visitación, la Anunciación, el nacimiento de Jesús o la adoración de los Magos.y
Y la cuarta está dedicada a escenas de la Pasión y la Resurrección.
La fachada
Esta otra panorámica permite ver la fachada y entender mejor dónde están la cuatro arquivoltas y el tímpano, donde destaca como elemento central una mandorla oval que encuadra al pantocrátor. Se ven también los correspondientes capiteles, en los que están labradas con mucho mérito escenas del Antiguo Testamento. Las columnas de los capiteles descansan en bancos corridos.
La historia
Esta iglesia se empezó a construir en el siglo XII. Se dice que la ciudad de Soria acogió y ocultó al rey niño Alfonso VIII cuando heredó el trono de Castilla en 1158 con tres años de edad, siendo nombrado regente su tío Fernando II de León. Como agradecimiento, Alfonso VIII celebró sus esponsales con Leonor de Inglaterra en la ciudad en 1170 y erigió la nueva iglesia de tres naves en sustitución de una muy modesta que preexistía.
El trabajo fotográfico
Hice las fotografías para componer esta panorámica en junio de 2010. Recuerdo que para fotografiar las arquivoltas pedí una escalera a un comerciante de una tienda próxima que coloqué justamente debajo del centro del arco. El equilibrio era tan inestable que puedo asegurar que me jugué mi integridad física. Hoy no me atrevería a repetirlo.
