viernes, 19 diciembre 2025

Hallazgos arqueológicos arrojan luz sobre los estudios alquímicos de Tycho Brahe

Aunque este científico renacentista es reconocido por sus contribuciones a la astronomía, también se dedicó a la alquimia.

En una excavación arqueológica en Suecia se han analizado fragmentos de vidrio y cerámica que han arrojado luz sobre los experimentos alquímicos del renombrado astrónomo renacentista Tycho Brahe. La investigación ha revelado la presencia de nueve elementos químicos en los fragmentos, ofreciendo nuevas perspectivas sobre las actividades alquímicas de Brahe, un área menos conocida de su vida.

Tycho Brahe, que vivió de 1546 a 1601, es principalmente reconocido por sus contribuciones a la astronomía. Sin embargo, también mostró un profundo interés en la alquimia. En 1576, el rey Federico II de Dinamarca le concedió la isla de Ven, donde Brahe construyó Uraniborg, una combinación de palacio, observatorio y laboratorio alquímico que se convirtió en un centro de investigación avanzado de la época.

Uraniborg, el laboratorio-observatorio de Tycho Brahe, situado en una isla (Kaare Lund Rasmussen y Poul Grinder‑Hansen)

Brahe es célebre por su precisión en las observaciones astronómicas antes de la invención del telescopio, pero sus estudios alquímicos han permanecido en gran parte en la sombra debido a su carácter secreto. A pesar de publicar extensamente sobre astronomía, Brahe apenas documentó sus investigaciones alquímicas, probablemente para mantenerlas confidenciales. Este secretismo ha hecho que la historia de sus estudios alquímicos sea prácticamente desconocida.

El palacio y observatorio de Brahe en Ven fueron demolidos tras su muerte, y los materiales de construcción se reutilizaron. En 1824, los restos del observatorio fueron redescubiertos, incluyendo hornos de su laboratorio alquímico. Entre 1988 y 1990, nuevas excavaciones desenterraron fragmentos de vidrio y cerámica que se cree que pertenecieron a su laboratorio. Sin embargo, estos fragmentos quedaron sin analizar hasta ahora.

El análisis de los fragmentos reveló trazas de 31 elementos químicos, de los cuales nueve fueron identificados en las superficies internas y externas de los fragmentos: cobre, antimonio, oro, mercurio, níquel, zinc, estaño, wolframio y plomo. Estos descubrimientos confirmaron la utilización de ciertos elementos en las preparaciones médicas de Brahe, como el cobre, antimonio, oro y mercurio, los cuales eran conocidos por sus propiedades en tratamientos de diversas enfermedades. Sin embargo, la presencia de níquel, zinc, estaño, wolframio y plomo no tenía una explicación clara en las recetas documentadas de Brahe.

Wolframio

El wolframio, en particular, resultó intrigante, ya que no se conocía como elemento (metálico) en la época de Brahe (fue descubierto por los hermanos Delhuyar, químicos españoles, a finales del siglo XVIII). Los investigadores sugieren que un mineral que contenía wolframio podría haberse utilizado en el laboratorio, posiblemente debido a una identificación errónea o al desconocimiento de su composición química.


Fuentes

  • Julia Robinson: Archaeological dig at Tycho Brahe’s island lab reveals some of his alchemical secrets. Chemistry World.
  • K. L. Rasmussen y P. Grinder-Hansen. Herit. Science, 2024, DOI: 10.1186/s40494-024-01301-6

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