Durante años, la visión popular sobre la dieta de nuestros antepasados ha sido la de cazadores incansables devorando carne de mamut junto a fogatas primitivas. Esta imagen se basa en gran parte en el hallazgo de abundantes herramientas de piedra, como cuchillas y puntas de lanza. Sin embargo, un descubrimiento reciente en China sugiere que los homininos también consumían gran cantidad de vegetales.
Un nuevo estudio publicado en Science describe una colección de herramientas de madera de unos 300 000 años de antigüedad, halladas en el sitio de Gantangqing, cerca de Kunming, en el sur de China. Se trata de palos excavadores cuidadosamente tallados a partir de ramas y raíces de árboles, usados probablemente para extraer tubérculos ricos en carbohidratos del suelo blando junto a un lago prehistórico. Al parecer, es la primera vez que se encuentra un sitio tan antiguo con evidencias claras de explotación de alimentos subterráneos por homininos.
Además de su función alimenticia, estas herramientas representan una ventana a una tecnología muchas veces pasada por alto: la de los objetos orgánicos, como la madera y el bambú, que se descomponen fácilmente y rara vez sobreviven en el registro arqueológico. Estos hallazgos permiten ver la sofisticación tecnológica en materiales perecederos.
Gantangqing fue descubierto en los años 80, pero no fue hasta 2018 que las técnicas modernas de datación permitieron confirmar su antigüedad. Entre los restos encontrados hay no solo herramientas de madera, sino también abundantes restos vegetales: avellanas, piñones, uvas, kiwis, nenúfares y otros frutos y raíces comestibles. Aunque también se hallaron huesos de animales, todo indica que la dieta era mayormente vegetariana y diversa.
Este descubrimiento también pone en duda la idea de que los homininos asiáticos eran menos hábiles que sus contemporáneos europeos o africanos. En lugar de piedra, usaban materiales disponibles, como la madera, lo que da peso a la llamada hipótesis del bambú: tal vez muchas herramientas prehistóricas simplemente no sobrevivieron al paso del tiempo.
El entorno también influyó. Mientras que en Europa los homininos vivían en praderas abiertas y cazaban animales grandes, en Gantangqing el clima subtropical ofrecía una gran variedad de plantas comestibles. No tiene sentido pensar que los homininos comían lo mismo en todos los lugares. Los ecosistemas eran diversos y las dietas también.

