Dallol es un cráter volcánico que se encuentra en la región de Afar, en Etiopía, y es conocido por hallarse en uno de los paisajes más extraños y extremos de la Tierra. Se formó hace un siglo por la intrusión de magma basáltico en depósitos de sal del Mioceno y la actividad hidrotermal posterior, lo que provocando una erupción freática.
Se encuentra en la Depresión Danakil, que es una de las áreas más bajas, secas y calientes del planeta. Esta depresión se halla a unos 120 metros por debajo del nivel del mar y las temperaturas diurnas pueden superar los 50 oC.
La zona es sísmicamente activa y está marcada por la actividad geotérmica. Existen fuentes termales, manantiales de agua salada y pozas de lodo. Las aguas son muy ácidas (pH < 1) y presentan variados colores: amarillos, verdes, marrones, rojos… que se deben a las cargas minerales que poseen, destacando varias sales, azufre y óxido de hierro.
Existen extensiones de salinas de las que se extrae sal mediante métodos tradicionales y que aportan otro elemento de paisaje surrealista a la región ya que están salpicadas de cráteres que son los respiraderos volcánicos subaéreos más bajos del mundo, a medio centenar de metros por debajo del nivel del mar. A este surrealismo contribuyen las extrañas formaciones de azufre de colores amarillos brillantes que contrastan con el entorno desértico.
A pesar de su ambiente inhóspito, la región de Dallol es de interés para los científicos debido a sus supuestas similitudes con lugares extraterrestres. Algunos investigadores estudian las condiciones extremas de Dallol para comprender mejor la posibilidad de vida en otros planetas.