Una noticia de una famosa agencia: “Los productos químicos causan 4,9 millones de muertes al año”. Doble error. Por un lado, los productos químicos causan muchas más muertes al año que esos 5 millones, y por otro los productos químicos salvan una infinidad de vidas cada día.
Porque, ¿qué es un producto químico? Según la Wikipedia
por “producto químico” se entiende toda sustancia, sola o en forma de mezcla o preparación, ya sea fabricada u obtenida de la naturaleza, excluidos los organismos vivos.
Según esa definición, el agua es un producto químico. Pues bien, en ese caso probablemente podamos afirmar que el agua es de los productos químicos que más muertes ha causado a lo largo de la historia. ¡Por ahogamiento! Y, sin embargo, no se puede vivir sin agua. ¿Es el oxígeno un producto químico? Concedemos que lo sea y reparemos que nos da tanto la vida como la muerte (a la muerte natural, al fin y al cabo, se llega por un proceso de oxidación de las células, según parece, y aunque no fuera así, respire usted oxígeno puro, a ver qué le pasa).
Bueno, está bien, admitamos que el agua y el oxígeno no son productos químicos, sino compuestos químicos y que la noticia no se refiere a estos. Pero, ¿y los fármacos, no son claramente productos químicos, puesto que se fabrican? ¿La aspirina, ácido acetilsalicílico, no es un producto de un laboratorio? No hay un solo fármaco o medicina que no sea un producto químico. ¿También matan a la gente esos productos químicos?
Vidas salvadas
Cuando tomamos una aspirina estamos recurriendo a la quimioterapia, aunque algunos prefieran llamarla farmacoterapia. La quimioterapia no es solo eso que aplican a los enfermos de cáncer, sino todo tratamiento curativo basado en los productos químicos. Así lo dice el diccionario de la Real Academia en su primera acepción. Por otra parte, hay quien reconoce que las medicinas son química y por eso precisamente se resisten a tomarlas (se ve que no quieren nada con el diablo), ufanándose de curarse con remedios fitoterapéuticos. Pero, al fin y al cabo, ¿la fitoterapia no se basa en la ingestión de los principios activos de las plantas que, de nuevo, son productos químicos? Y si no se considera que lo sean, en el laboratorio se pueden sintetizar exactamente iguales, y ya sí que serían productos químicos sin ninguna duda.
¡Ah, bueno, es que estamos equivocados! Es que con “productos químicos” se deben de referir al sulfúrico, el amoniaco, la sosa cáustica y todo eso… Pero, ¿no son estos productos químicos los precursores que se usan en los laboratorios para sintetizar esos otros productos químicos que nos hacen más cómoda la vida como los jabones, los plásticos, el acero o esa gasolina de nuestros amores a la que no estamos dispuestos a renunciar?
No, no; estamos equivocados. Es fundamentalmente a los plaguicidas y engendros químicos de ese tipo a los que nos referimos cuando hablamos de los productos químicos nocivos en una distendida comida con amigos en los que nos podemos permitir tomar todas las patatas fritas que queramos precisamente porque han sido tratadas con plaguicidas.
Para remate, dice la noticia:
En el mundo hay 143.000 productos químicos censados, pero se calcula que “sólo son una fracción de los que realmente existen”, confesó Lemmet [directora de la división tecnología, industria y economía del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA.] al presentar el informe “Visión Global sobre los Productos Químicos”.
Efectivamente, señora Lemmet, hay muchos más. ¡Confiéselo, pecadora! Usted misma, en su organismo, lleva un buen montón. Y estos compuestos químicos son responsables hasta de sus emociones. Son el soporte de la vida y, por tanto, incluso permiten que las personas vivas declaren de vez en cuando estupideces a la prensa y que los periodistas se las traguen y las divulguen.