domingo, 1 octubre 2023

Los análisis químicos ayudan a entender cómo eran originalmente algunas pinturas

Al azar

Algunos pintores no tienen en cuenta que su arte y su espiritualidad los pueden plasmar gracias a la materia y que la materia está formada por compuestos químicos, muchos de los cuales son inestables y se degradan con el tiempo perdiendo sus propiedades, incluido el color.

Vincent Van Gogh lo había notado en algunos de sus cuadros. En una carta a su hermano Theo le decía:

Las pinturas se desvanecen como las flores […]. Todos los colores que el Impresionismo ha puesto de moda son inestables…

Una prueba concluyente es su cuadro Rosas, que representa unas flores que originalmente eran de ese color y ahora son casi blancas.

Pero, claro, Van Gogh y otros pintores no eran ricos y usaban el pigmento más barato que encontraban…

El Instituto de Arte de Chicago mostró hace unos años una exposición muestra el trabajo del químico Richard Van Duyne sobre el cuadro Madame Léon Clapisson pintado por Pierre-Auguste Renoir en 1883 que encabeza este texto. El lienzo, según ha descubierto el investigador, tenía un fondo rojo muy brillante que se ha perdido para dejar un triste gris verdoso. 

Van Duyne ha empleado espectroscopía Raman intensificada por superficies (SERS) para analizar los más mínimos detalles del cuadro, encontrando restos del pigmento original especialmente en estrechas franjas bajo el marco, donde no llegaba la luz. Y ha descubierto que se trataba de carmín de cochinilla.

La también llamada laca de carmín la usaban los guerreros aztecas cuando llegaron los españoles a sus tierras en torno a 1520. Impactó tanto a los europeos que se convirtió en uno de los más codiciados productos del Nuevo Mundo.

El agente activo que da el color a la laca de carmín es el ácido carmínico (a la derecha), que pudo ser sintetizado en los laboratorios a finales del siglo XX. Este colorante también se utiliza en los pintalabios, y en la industria alimenticia para dar color rojo a los alimentos (es el denominado E-120).

La sustancia que se extrae de la cochinilla en realidad es incolora, pero se vuelve roja al ser tratada una sal metálica como el alumbre (sulfato doble de aluminio y otro metal) y con cal (óxido de calcio).

En general, los pigmentos de laca (categoría a la que pertenece este carmín) se obtienen haciendo precipitar un colorante orgánico (normalmente un compuesto azoico) con un mordiente inorgánico (generalmente una sal metálica como sulfato de bario o de calcio o bien hidróxido u óxido de aluminio). La parte orgánica es la sensible a la luz y la que tiende a degradarse, perdiéndose el color.

En la imagen que encabeza este texto vemos el estado actual del Renoir al que nos referimos junto a una restauración digital que se considera bastante fidedigna de la obra original.

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