El Laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas

Esther Palomo Hernández »

1. Resumen

A principios del siglo XX, el número de mujeres cursando estudios superiores era ínfimo. Por eso, en 1915, para favorecer el acceso de las féminas a la ciencia y la cultura, la Institución Libre de Enseñanza (ILE), a través de la Junta para Ampliación de Estudios, creó la Residencia de Señoritas, una entidad paralela a la Residencia de Estudiantes que había sido fundada tan solo cinco años antes.

La Residencia de Señoritas proporcionó a sus alumnas un extraordinario ambiente cultural, científico y social. Su directora fue la pedagoga de la ILE María de Maeztu, cuya amistad con Susan Huntington, directora del Internacional Institute for Girls in Spain (IIGS), propició una sólida colaboración entre ambos organismos, potenciando a su vez la relación con otros centros norteamericanos dedicados a la educación universitaria de las mujeres.

Fruto de esta cooperación fueron los intercambios de alumnas y maestras que se produjeron. En este sentido, en la historia de la Química española tiene especial significado la llegada de Mary Louise Foster en 1920 para ejercer el puesto de directora del IIGS. Al constatar la escasez de medios educativos para la formación de las mujeres en el ámbito de la química, esta profesora decidió instalar un laboratorio en la Residencia de Señoritas, al cual desde 1928 se le dio el nombre de su alma mater. Entre sus paredes se forjaron grandes mujeres de la ciencia como Jenara Vicenta Arnal, Dorotea Barnés o Pilar de Madariaga.

La Residencia de Señoritas dejó de funcionar en 1936 y ya no reanudó sus actividades tras la Guerra Civil. El Laboratorio Foster desapareció igualmente y buena parte de los impulsores de estas iniciativas tuvieron que exiliarse.

2. Introducción

Este Trabajo de Fin de Grado trata sobre el primer laboratorio de mujeres químicas en España, que fue creado dentro de una institución que no es conocida popularmente. Nos referimos a la Residencia de Señoritas, donde se fundó el Laboratorio Foster.

Dicha Residencia fue cuna de grandes mujeres, muchas de las cuales se sentían atraídas por la ciencia. El objetivo era que las féminas se incorporasen a estudios universitarios, pero no únicamente para cursar carreras como enfermería o magisterio, que era lo que habitualmente hacían. Otro de los fines era que tuvieran una profesión con la que se pudieran valer y no dependieran del marido, es decir, que pudieran tener una profesión, ejercerla, ganar dinero y poder vivir independientemente de que se casen o no se casen¹.Gracias en parte a la labor realizada por ellas y al camino que abrieron, las mujeres españolas estamos en la ciencia.

En primer lugar, vamos a abordar la creación de la Residencia de Señoritas, a raíz de la Residencia de Estudiantes. Según apunta Isabel Pérez-Villanueva Tovar, en la Residencia de Señoritas se van a estudiar idiomas, se va a fundar el Laboratorio Foster y va a estar patente la idea de conseguir una educación integral de las mujeres².

También trataremos el papel de dos instituciones de apoyo: la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas y el International Institute for Girls in Spain. Gracias a ellas aparece en escena la importantísima figura de Mary Louise Foster en nuestro país. A continuación, analizaremos el Laboratorio Foster de una manera detallada.

La meta fue conseguir la formación superior de mujeres, pero el camino no fue nada sencillo. Los opositores eran muchos; incluso dentro de la propia ciencia algunos expusieron sus argumentos en contra³.

Veremos cómo la iniciativa se truncará debido a la Guerra Civil española. No obstante, la historiadora Soledad Ortega Spottorno, que estudió en la Residencia de Señoritas, opina que, a pesar de que la guerra puso fin a todo, se consiguió la incorporación de la mujer al conocimiento científico y se logró que se creasen lazos tanto personales como profesionales entre las nuevas científicas. Según Soledad Ortega: “No fuimos las primeras realmente, pero sí el primer grupo numeroso que tuvo acceso al bachillerato y la Universidad y a profesiones hasta entonces consideradas masculinas solamente, y eso fue una experiencia muy interesante y vivida por nosotras de una manera muy grata porque supuso la posibilidad de amistad entre mujeres. Hasta entonces siempre se había dicho que la amistad era una cualidad masculina (…), y eso ha sido una de las grandes riquezas de mi vida, las grandes amigas que he tenido”⁴.

Para finalizar, presentaremos breves semblanzas de mujeres de aquella época que fueron pioneras en el campo de la Química. Estas precursoras son grandes desconocidas para la mayoría de nosotros.

Como anexos aportamos la relación del número de asistentes al Laboratorio Foster en todos los años en que estuvo activo y algunas de las prácticas realizadas en él y el informe de actividades realizadas por la profesora Foster en el curso 1927-28.

3. Objetivos

Los objetivos de este trabajo son:

Presentar la historia y las principales realizaciones en el campo de la educación y el estudio de la química de la Residencia de Señoritas y el Laboratorio Foster.
Exponer cómo colaboraron otras instituciones con la Residencia de Señoritas.
Trazar el perfil de varias de las pioneras de los estudios e investigaciones en el campo de la Química en España, mencionando sus logros y sus contribuciones más importantes.

Una clase de Matemáticas en la Residencia de Señoritas (Revista Crónica, 2 de marzo de 1930).

4. Contexto histórico-sociológico

4.1. La mujer en la historia de la ciencia en España

Si nos sumergimos en el mundo de la historia de la ciencia observamos en sus estudios y manuales que el número de féminas de principios del siglo XX que se citan es mínimo, por no decir inexistente. Únicamente eran conocidas las mujeres cercanas a las esferas de poder masculinas⁵. La presencia de científicas no se vio favorecida debido, por un lado, a los prejuicios de la época, y, por otro, a condicionamientos familiares.

Para conseguir información sobre las mujeres y su relación con la ciencia tenemos que recurrir a estudios feministas, donde se refleja tanto la vida de estas científicas como sus aportaciones a la ciencia. Según apunta Rita Levi-Montalcini, parte de los descubrimientos científicos atribuidos a hombres los llevaron a cabo realmente sus hermanas, esposas e hijas, que quedaban en un segundo plano⁶. La consecuencia de todo ello es que se ha pensado que las mujeres no tienen la capacidad para dedicarse al ámbito científico.

Si analizamos el paso de la historia, vemos que las oportunidades de las mujeres han variado dependiendo de la sociedad en la que se encontraban. Tanto es así, que el en siglo XIX se consideraba que la mujer debía quedar entre las paredes del hogar⁷, y que era el hombre el que se vinculaba con la parte pública y, por ende, con la ciencia. No obstante, en el siglo XX las mujeres accedieron a instituciones científicas tal y como veremos, lo cual supondrá un gran avance.

4.2. El acceso de las féminas a la Universidad

Para que las mujeres pudieran desarrollar una carrera científica, previamente era imprescindible conseguir una educación apropiada. No obstante, esto chocaba con una gran barrera: el acceso a la Universidad estuvo vetado a las mujeres españolas hasta 1910⁸. Fue a partir de ese año cuando pudieron ocupar las aulas universitarias.

Carmen Magallón ha analizado el contexto histórico en el que se lleva a cabo el debate sobre el acceso de la mujer a la Universidad, y lo ha resumido en cuatro puntos esenciales: predominio de una sociedad rural, bajo nivel de industrialización, debilidad estructural de las clases medias y fuertes ideas religiosas católicas⁹.

5. La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas

En 1907 se creó la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (en adelante, JAE) en el marco de la Institución Libre de Enseñanza. La JAE se encargó de que la ciencia avanzara en nuestro país y, además, apoyó la carrera profesional de las mujeres españolas: Según Natividad Araque Hontangas, “La Junta para la Ampliación de Estudios, creada bajo la influencia de Giner de los Ríos y de la Institución Libre de Enseñanza, para promover reformas científicas y educativas y potenciar la formación de los universitarios y universitarias españoles, (…) desempeñó una importante labor, durante sus treinta años de vigencia, en el desarrollo de la investigación en el campo de las ciencias experimentales en España, con el deseo de facilitar el trabajo de investigación coordinado y en equipo y completar la formación del profesorado de Ciencias”¹⁰.

Estaba formada por hombres como Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, José Castillejo, entre otros, y, posteriormente se sumó a ellos María de Maeztu, la cual es considerada una pieza fundamental en el fomento de la educación universitaria de la mujer¹¹. María de Maeztu fue la impulsora de dos proyectos llevados a cabo a través de la JAE, los cuales promocionaron la educación femenina. Estamos hablando de la creación de la Residencia de Señoritas y de la concesión de becas¹² a mujeres licenciadas, apoyadas por instituciones universitarias femeninas norteamericanas¹³. En las Memorias de la JAE se hace referencia a María de Maeztu de este modo:“La señorita de Maeztu, identificada con la obra de la Junta, a la cual ha prestado su cooperación fundando y dirigiendo la Residencia de Señoritas, ha sido la primera mujer llamada a formar parte de esta corporación. Su preparación y su experiencia en problemas pedagógicos, su prestigio y su inteligencia aumentarán considerablemente los medios de acción de la Junta”¹⁴.

Para la JAE era esencial hacer todo lo posible para que tanto los jóvenes como los investigadores ya establecidos pudiesen extender sus conocimientos en el extranjero¹⁵.Para conseguir estos objetivos, puso en marcha la concesión de pensiones. Así, la JAE facilitó que los españoles recorrieran Europa y Estados Unidos para complementar la formación científica que habían adquirido en España. Cuando empezó a haber mujeres científicas, también pudieron disfrutar de estas becas de la JAE. Una vez completado su aprendizaje, la mayor parte de las científicas empezaron a formar parte de equipos de investigación, trabajando junto con hombres¹⁶. Conforme iban pasando los años, el número de pensiones concedidas a mujeres aumentó, y un buen número de féminas pudieron acudir a instituciones europeas y americanas para mejorar su formación¹⁷. Para concluir, hacer referencia a que el personal de la Junta también realizaba un seguimiento de las estancias de los pensionados en el extranjero y, además, mantenía correspondencia mensual con los estudiantes.

La trayectoria de la JAE en sus primeros años no fue un camino fácil; más bien todo lo contrario, como se desprende de la lectura de algunas de sus Memorias¹⁸.

6. La Residencia de Señoritas

El 1 de octubre de 1910 abría sus puertas la Residencia de Estudiantes, creada por la JAE como un espacio único donde fluyera la creación y el intercambio artístico y científico. En principio estaba dirigida a una minoría privilegiada, pero, posteriormente, el objetivo último de este proyecto era promover una educación integral para toda la sociedad. Al grupo de estudiantes varones, se sumó cinco años después el grupo de mujeres constituyendo la llamada Residencia de Señoritas, también obra de la JAE¹⁹.

Residencia de Señoritas / http://valdelacoeduca.blogspot.com

6.1. Una institución ejemplar

Un mes antes de su inauguración, en una carta enviada el 3 de septiembre de 1915 desde Málaga por el secretario de la Junta para Ampliación de Estudios, José Castillejo, al presidente de la Residencia de Estudiantes, Alberto Jiménez Fraud, aquel auguraba para el grupo femenino de la Residencia el mismo camino de éxito que el alcanzado por el grupo masculino²⁰.Desde que se creó, la Residencia de Señoritas estuvo dirigida por María de Maeztu²¹.

Según manifiesta Isabel Pérez-Villanueva²², la Residencia de Señoritas estaba dirigida a las clases medias. Había un número importante de mujeres extranjeras, lo cual fue esencial para que la mujer española conociese un modelo de mujer con autonomía, independencia, que trabajaba, que viajaba… siempre manteniendo lo que María de Maeztu llamaba: “las virtudes morales de la mujer española”.

Su creación se engloba en un proyecto pedagógico cuyo objetivo general era transformar la sociedad por medio de la educación y la cultura de las élites de la sociedad liberal-burguesa²³.

Por lo que respecta al ideario de la Residencia, para Raquel Vázquez Ramil²⁴confluyeron varios fines: “la Residencia se constituyó como institución residencial, centro académico, aula de cultura y sede de la rama internacionalista del movimiento feminista”.

Así, la Residencia de Señoritas impulsó el desarrollo personal y profesional de las jóvenes de la época. Cubrió “la necesidad, que, desde hace algunos años venía sintiendo la mujer española de tener un centro de cultura superior donde poder desarrollar sus actividades intelectuales y adquirir la suficiente preparación para conquistar un puesto, por elevado que fuera, en las tareas de la cultura humana”²⁵.

También se orientaba a las alumnas sobre sus lecturas, se las animaba a asistir a conferencias y a que establecieran relaciones sociales, ejerciendo de este modo sobre ellas una completa labor de tutorización, educándolas en la libertad y en la valoración del trabajo intelectual²⁶.

“De la Residencia salió un grupo excepcional de mujeres altamente cualificadas, gracias a las que el modelo social tradicionalmente asociado a la condición femenina empezó a experimentar una auténtica transformación”²⁷.

Las alumnas fueron agradecidas con la labor que se llevaba a cabo en la Residencia, tanto es así que “corresponden mostrando una lealtad en su conducta, (…) que han permitido que se forme un vigoroso espíritu corporativo que, hasta ahora, no había sido muy frecuente en la vida nacional española”²⁸.

Residencia de Señoritas, estudiantes en la Biblioteca.

Pero el aspecto que más nos interesa de esta institución es que potenció el estudio de la Química, y lo hizo de una manera práctica porque, como veremos, además de biblioteca disponía de un magnífico laboratorio. Y es que, de entre todas las disciplinas impartidas, la Química era la que más destacaba debido a que la materia llamaba la atención a las alumnas. Se impartían cursos de Química Orgánica, Inorgánica, etc., con sus prácticas correspondientes²⁹. Además, se daban clases complementarias a las de la Universidad, cursos de idiomas y conferencias. Esto permitió que de la Residencia de Señoritas nacieran las primeras generaciones de científicas de nuestro país, y especialmente químicas.

6.2. María de Maeztu y Whitney

María de Maeztu Whitney / Archivo General de fotos de la Residencia de Estudiantes.

María de Maeztu, doctora en filosofía y única mujer que formaría parte de la JAE, constituyó el pilar de la Residencia de Señoritas, siendo el “alma de la Institución”³⁰. Según apunta Rosa María Capel Martínez³¹, la directora quería una educación moderna y abierta, que la Residencia fuera una Casa dedicada al estudio para mujeres, donde adquirieran unas competencias académicas y culturales para que pudieran estar a la altura del hombre.

En su empeño encontró algunas dificultades debido a la escasez de recursos. Maeztu “suplicó a la Junta para Ampliación de estudios que considerase al Grupo de Niñas como al de Niños y asignase una retribución a las profesoras encargadas directamente del mismo. La Junta no pudo acceder a tan justificada petición por carecer de fondos³²”. Otro inconveniente fue la falta de personal especializado en nuestro país.

6.3. El International Institute for Girls in Spain

La Residencia de Señoritas no hubiera llegado a ser lo que fue sin el apoyo del International Institute for Girls in Spain (IIGS), organización con la que la JAE entabló una excelente relación. Este vínculo nació a raíz de la labor misionera protestante emprendida por los colleges femeninos de la costa Este de Estados Unidos con algunos países, y especialmente con España. Dichos colleges fueron creados por mujeres que opinaban que su educación debía ser semejante a la de los varones. La ciencia va a estar muy presente en ellos, debido a que pensaban que la comprensión del mundo natural y el conocimiento sobre la creación aumentarían el fervor religioso³³.

Una de estas instituciones fue el Smith College, en cuyos archivos encontramos correspondencia entre alumnas y profesoras donde se especifican los trabajos llevados a cabo por estas mujeres en diferentes países.

Lo que comenzó como labor misionera que creó en 1877 un colegio de niñas en Santander, se amplió en 1881 con la fundación en San Sebastián de lo que sería el Colegio Norteamericano, que se enfocó hacia la educación superior. En 1892, la misionera y educadora Alice Gordon Gulick creó el International Institute for Girls in Spain (IIGS), más conocido como Instituto Internacional, el cual posteriormente fue trasladado a Madrid³⁴.

A la muerte de Alice Gordon Gulick, fue relevada por Susan Huntington, la cual tenía muy buena relación con María de Maeztu. Este punto de conexión favoreció la relación posterior de la Residencia de Señoritas con los mencionados Colleges femeninos norteamericanos.

Laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas / Fototeca del Patrimonio Histórico.

Además, el Comité de Boston del Internacional Institute for Girls in Spain (IIGS), prestó incondicionalmente su apoyo materializándolo en el envío a España de profesoras norteamericanas para que se responsabilizaran de aquellas materias de las que no habían podido hacerse cargo maestras españolas. Entre ellas, se encuentran las disciplinas de prácticas de laboratorio. Además, el IIGS también proporcionó ayuda económica. Pero la contribución realmente importante fue la organización del laboratorio de Química, que a la postre se denominó Laboratorio Foster³⁵. Promovido por la profesora Mary Louise Foster, fue el primer centro docente donde recibieron enseñanzas de química práctica las universitarias españolas que querían dedicarse profesionalmente a las ciencias.³⁶.

6.4. Mary Louise Foster

Mary Louise Foster / Archivos del Smith College, Northampton, Massachusetts, USA.

Esta educadora nació en Boston en el año 1865. Se centró en la enseñanza y la investigación en Química, tanto en temas experimentales como históricos. Se graduó en el Smith College en 1891, y continuó su formación en el Massachusetts Institute os Technology, lugar donde tendrá como profesora a Ellen Swallow Richards, que fue una de las precursoras de la Química en Estados Unidos. Trabajó como profesora de Química y Física en Boston; siendo instructora en el Departamento de Química del Smith College y colaboradora en el Laboratorio de Química Biológica del profesor Christian A. Herter en la Universidad de Columbia. Fue asimismo profesora de química en el Woman’s Medical College de Nueva York y miembro del equipo de químicos de la Standard Essence³⁷.

Se doctoró por la Universidad de Chicago, siendo nombrada profesora asociada en el Smith College, donde ejercerá la docencia hasta el año de su jubilación, en 1933.

Mary Louise Foster junto a sus alumnas / Archivos del Smith College, Northampton, Massachusetts, EE. UU.

Publicó diversos trabajos sobre Bioquímica y Espectroscopía molecular. Incluso tras jubilarse continuó sus investigaciones sobre proteínas hidrolizadas. Por otro lado, siempre se sintió atraída por la historia de la Química. En 1931 asistió en Londres al II International Congress of History of Science and Technology. Formó parte de la History of Science Society norteamericana. También escribió diversos estudios relacionados con la temática histórica, como un libro sobre la vida de Lavoisier (1926), el manuscrito de otro libro sobre Bernard Palissy (1945) y la traducción al inglés del Lapidario de Alfonso X el Sabio.

En 1920 fue cuando llegó a España para ejercer el puesto de directora del Instituto Internacional. Debido a las necesidades de puesta en marcha del laboratorio, prolongará un año más su estancia. Regresó a nuestro país en 1927 a petición de la JAE y el Instituto Internacional con el fin de inspeccionar el nuevo laboratorio de química, que recibiría su nombre en el momento de la inauguración. A pesar de su distanciamiento físico del laboratorio y su retorno al Smith, Mary Louise Foster siguió pendiente de las necesidades de este³⁸. En el Anexo II del presente trabajo reproducimos el informe de las actividades realizadas en la Residencia de Señoritas por la profesora Foster durante el curso 1927-28.

En el año 1934 asistió al IX Congreso Internacional de Química Fundamental y Aplicada que se celebró en España³⁹.

Mary Louise Foster escribió un artículo donde plasmó su admiración hacia la JAE y elogió su trabajo en beneficio de la educación y la investigación. En dicho artículo nos explica cómo creó el laboratorio en la Residencia de Señoritas y los motivos por los cuales lo hizo.

Por otro lado, una labor parecida la realizó también en Chile, donde se le encomendó la organización de un laboratorio de Física y Química⁴⁰.

6.5. El laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas

La ausencia de prácticas de laboratorio era una constante en la Universidad española de aquel tiempo. Para las profesoras del Instituto Internacional era este un déficit importante, que señalan frecuentemente en sus informes⁴¹. Ante el requerimiento de María de Maeztu y siguiendo las indicaciones de Mary Louise Foster, la JAE equipa un local en un jardín de la calle Fortuny que servirá de laboratorio de Química. Era un laboratorio universitario encaminado a la adquisición de técnicas básicas⁴².

Los tres primeros años escolares, concretamente desde 1920 a 1923, dirigieron el Laboratorio Mary Louise Foster (dos) y Vera Colding (el tercero).

La distribución del Laboratorio durante el primer año era en cuatro secciones y dos cursos, uno de análisis cualitativo y otro de análisis cuantitativo, cuya duración era de cuatro horas semanales. Las alumnas asistían a clase durante todo el año. Cada vez era más solicitado, pero no entraban nada más que 30, aunque había diversos turnos. El equipo del que disponía el Laboratorio era humilde y no disponía de grandes recursos, pero, según Foster, el entusiasmo y el trabajo daban sus frutos. En el año 1921 se realizan algunas mejoras y avances, como adquirir dos nuevas balanzas. Se habilitó una sala especial para colocarlas y además se instaló gas y agua en la sala dedicada al trabajo cuantitativo⁴³.

Para Carmen Carreras Verja⁴⁴, el prestigio de este laboratorio era tan grande que las alumnas que realizaban las prácticas en él las tenían convalidadas en la Universidad Central.

Muchas de estas alumnas disfrutaron de becas en el extranjero, tal y como hemos apuntado anteriormente. Se desplazaban para conocer otros sistemas educativos o para investigar⁴⁵.

Durante el curso 1921-1922 el laboratorio cuenta con 43 alumnas, siendo buena parte de Madrid, pero provenientes también de 15 provincias diferentes “ansiosas de recibir aquellos instrumentos de cultura que han de servirles mañana para su trabajo en la vida. Son mujeres inteligentes, con altas virtudes de sobriedad y sacrificio que muestran gran interés por el estudio”⁴⁶. Metodológicamente se insiste en el desarrollo de la independencia de análisis, la capacidad de iniciativa y confianza en los resultados, además de en la adquisición de técnicas adecuadas⁴⁷. Posteriormente, Foster considera que es necesario incluir un curso práctico de química orgánica⁴⁸.

Según la Memoria de la Junta de 1922, el laboratorio es un modelo de organización y un impulso para las mujeres científicas. Foster también lo valoró de una manera muy positiva⁴⁹.

Cuando Vera Colding se hizo cargo del Laboratorio, las alumnas fueron divididas en dos cursos, uno de química inorgánica y otro de química orgánica⁵⁰.

Hubo que esperar al curso 1923-1924 para que una mujer española dirigiese el Laboratorio. Hablamos de Rosa Herrera, quien tiempo atrás había trabajado como auxiliar de las maestras Foster y Colding. Herrera continuó la línea de sus predecesoras.

Pero en 1925 el laboratorio no se encontraba en las condiciones deseables. Por un lado, las instalaciones eran insuficientes para la demanda existente, siendo necesario hacer mejoras. Así, “tuvieron que suspenderse las tareas de este Laboratorio porque el pequeño local donde estaba instalado necesitaba una reparación y ampliación inmediata, sin que hasta ahora hayan podido terminarse las obras de dicho Laboratorio por falta de consignación causando gran perturbación que se han visto obligadas a suspender sus tareas”⁵¹.

Para solucionar la situación, la JAE emprendió la construcción de un nuevo laboratorio de Química en el jardín de la Residencia de Señoritas. Tal y como nos cuenta la propia Mary Louise Foster en una carta dirigida al International Institute for Girls in Spain, ella fue la responsable de dibujar los planos del laboratorio, equipamiento, mesas, armarios, campana, etc., además de los planos para las instalaciones de agua, gas y electricidad⁵².

No obstante, debido a las dificultades económicas, las obras se van a realizar de una manera lenta. Hasta que llega el momento en el que tienen que suspenderse los trabajos por la falta de liquidez durante el año académico 1926-27⁵³ y María de Maeztu, para buscar una solución, se traslada a Boston, donde consigue un donativo por parte de la Corporación del IIGS. No solamente logra apoyo económico, sino que hace que la profesora Foster regrese a España para poner en funcionamiento el nuevo Laboratorio de Química⁵⁴. Foster, controla el equipamiento de las nuevas instalaciones siendo su objetivo que se aproxime al nivel del laboratorio de Química del Smith College. El nuevo laboratorio, que iniciará su labor en 1928 siendo la directora Mary Louise Foster, contaba con una dependencia para análisis cualitativo y otra para cuantitativo. Se llevarán a cabo prácticas de Química Inorgánica y de Química Orgánica⁵⁵.

Laboratorio Foster / Chemistry in Spain, Mary Louise Foster, 1934

Tal y como nos explican las memorias del Smith College, cada estudiante tenía su propio escritorio con cajón, armario, taburete y un juego completo de botellas de reactivos⁵⁶.La iluminación era especialmente importante ya que el número de clases vespertinas era elevado. Campanas y fregaderos completaban el mobiliario. “Cada alumna trabaja independientemente para tratar de llegar ella misma no solo a la solución de los problemas, si no a hacer con toda la perfección posible todas las operaciones necesarias para llegar a esta solución”⁵⁷.

Debido al tesón de Mary Louise Foster por continuar con la labor de potenciar la educación superior femenina, María de Maeztu, las estudiantes del laboratorio y las profesoras de la Residencia consideraron que el mejor nombre para el laboratorio es el Laboratorio Foster en honor a la mujer que luchó por él⁵⁸.

Durante el año académico 1928-1929 es dirigido por Rosa Herrera y asisten al Laboratorio un número de alumnas considerable: 32. En el curso 1929-1930 el Laboratorio Foster pasa a ser dirigido por el profesor Enrique Raurich.

Los trabajos que se realizaron entre sus pareces están recogidos en las Memorias de la JAE. Así: “Las señoritas Dolores Quesada, Isabel Carrión y Consuelo Ochoa asistieron asiduamente y con verdadera aplicación, resolviendo seis problemas de Análisis químico cualitativo, incluso alguno que constituía el llamado «caso complicado». Al empezar los trabajos de Análisis cuantitativo estas mismas señoritas se prepararon y comprobaron las soluciones valoradas más corrientes, verificando repetidas veces, hasta imponerse bien de la técnica, las siguientes determinaciones cuantitativas: glucosa, cloruros y fosfatos en la orina; acidez total, fija y volátil; grado alcohólico, tanino y sulfatos en los vinos; número de acidez, de saponificación, de yodo, de acetato; residuo insaponificable, falsificaciones y adulteraciones en un aceite traído por una de las señoritas, materia orgánica y cloruros del agua del Laboratorio (…) La señorita María Luz Navarro, en funciones de ayudante, prestó con asiduidad y competencia valioso concurso y ayuda aprovechando los momentos libres para empezar a trabajar en análisis de quesos (…). El señor Raurich, gracias al buen orden observado por todas las alumnas, pudo comprobar y arreglar una marcha sistemática para la separación cualitativa e identificación de los ácidos inorgánicos más corrientes. Este trabajo se presentó en las sesiones que del 1 al 4 de mayo de 1930 celebró en Sevilla la Real Sociedad Española de Física y Química, con motivo de su primera reunión anual”⁵⁹.

En el curso 1930-1931, Rosa Herrera vuelve a la dirección del Laboratorio. En los últimos años el Laboratorio Foster fue dirigido por Carmen Gómez Escolar.

En el Anexo I del presente trabajo figura la relación del número de alumnas asistentes al Laboratorio Foster en todos los cursos, la persona que lo dirigió y algunas de las prácticas realizadas en sus instalaciones.

6.6. Químicas en “el Rockefeller”

Tras pasar por el Laboratorio Foster muchas alumnas formarían parte del Instituto Nacional de Física y Química (INFQ). Las dos entidades fueron fundadas y gestionadas por la JAE, y ello hacía que se crease un nexo institucional y personal entre ellas. Por ejemplo, Felisa Martín Bravo vivió en la Residencia de Señoritas, siendo una de sus becarias, y posteriormente fue profesora de Física en ella, profesora auxiliar en la Universidad Central de Madrid e investigadora en la Sección de Rayos X del INFQ⁶⁰.

En septiembre de 1931 se terminó el edificio donado por la Institución Rockefeller para el Instituto Nacional de Física y Química (INFQ), y allí se trasladaron los equipos ubicados en el Laboratorio de Investigaciones Físicas y en el Laboratorio de Química Orgánica y Biológica de la Facultad de Farmacia. El INFQ se organizó en 6 secciones: Electricidad y Magnetismo, Rayos Roentgen, Espectroscopía Químico-Física, Electroquímica y Química Orgánica. Las secciones de Química-Física y Espectroscopía fueron las que más mujeres incluyeron. Ahora bien, siendo esta incorporación un avance digno de consideración, hay que subrayar que el estatus de estas jóvenes se circunscribía a las categorías de becarias y colaboradoras⁶¹.

En el 1936 estalla la Guerra Civil española, con unas consecuencias nefastas para el Laboratorio. Muchos profesores e investigadores fueron represaliados, lo supuso el retroceso de la ciencia española prácticamente al siglo XIX. La mayoría de las mujeres no pudieron seguir con sus investigaciones⁶². Muchos de los científicos y científicas tuvieron que exiliarse con los inconvenientes que ello conllevaba, como fue que algunos de ellos no fueron acogidos en otros países de una manera grata. Los instrumentos de investigación se descompusieron y las investigaciones se paralizaron definitivamente.

Gracias a los boletines del International Institute for Girls in Spain, tenemos referencias sobre la vida profesional de algunas alumnas de la Residencia de Señoritas en aquella época como, por ejemplo:

Pilar de Madariaga, que se dedicó a trabajar en un orfanato situado en Alicante; se le propuso dar clases en Vassar College, pero rehusó⁶³.
Dorotea Barnés dio clases en 1938 en la Escuela Normal para chicas de Carcassone (Francia).
Arsenia y Justa Arroyo que habían llegado al Bryn Mawry al Smith College, respectivamente, en 1937 recibieron una beca para continuar sus estudios en los Estados Unidos⁶⁴.

El desenlace del conflicto supuso un brutal retroceso respecto a los avances obtenidos en las décadas anteriores. A pesar de ello, la experiencia de estas mujeres, adelantadas a su tiempo, alentó el camino de otras muchas que se apoyaron en su ejemplo cuando les tocó recuperar el terreno perdido⁶⁵. Conchita Zamacona, que vivió en la Residencia de Señoritas y fue durante muchos años bibliotecaria en la Universidad Complutense, nos cuenta que, después de la guerra, “parte de la biblioteca la cerraron, pero en el fondo algo quedaba de lo anterior”⁶⁶. De sus palabras podemos extraer un mensaje positivo y no cabe duda alguna de que la Residencia de Señoritas dejó una huella indeleble y su labor fue más allá de su cierre precipitado por la guerra⁶⁷ .

Durante el franquismo, la Residencia de Estudiantes consigue pervivir y los intentos por hacer olvidar sus señas de identidad originales no resultaron exitosos. Por ello, al llegar la democracia se inició el camino para recuperar esa esencia y su historia, ardua tarea en la que no se han escatimado esfuerzos y que se ha resuelto con éxito⁶⁸. Según Alicia Gómez Navarro, fue en el año 1986 cuando se inicia la recuperación de aquel espíritu: archivos, papeles, libros, que permitieran reconstruir toda la historia.⁶⁹

Lo que es en la actualidad la Fundación Ortega y Gasset era la antigua Residencia de Señoritas; entre sus paredes queda íntegro el archivo de la Residencia. Allí se encuentran fichas de las residentes, diferente correspondencia, libros de estudio y de trabajo de las chicas, carteles de las conferencias y de las actividades que realizaban…⁷⁰.

7. Investigadoras en Química pensionadas por la JAE

La mayor parte de las investigadoras que disfrutaron de una beca de la JAE en el extranjero fueron químicas⁷¹. A continuación, trazaremos breves semblanzas de ellas.

7.1. Jenara Vicenta Arnal Yarza

Nació en Zaragoza en 1902. Se sintió cautivada por la docencia y la investigación científica, por lo que sus primeros estudios fueron de Magisterio, en la Escuela de Zaragoza, siéndole expedido el título de Maestra de Primera Enseñanza en 1921. Posteriormente, comenzó sus estudios de Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, siendo una alumna destacada. En 1927 se licenció⁷².

En 1929 se convirtió en la primera doctora en Ciencias Químicas de España. “Debido a su magnífico expediente académico, labor investigadora y docente, entró a formar parte de la Sociedad Española de Física y Química (SEFQ), en 1929, destacando por su brillante labor investigadora en España y en el extranjero”⁷³.

En cuanto a su labor investigadora, fue múltiple y larga. La inició en 1926 en los laboratorios de Química teórica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. Después pasó por la Escuela Industrial de dicha ciudad, la Escuela Superior de Trabajo de Madrid o el Instituto Nacional de Física y Química de Madrid, donde prosiguió y amplió los trabajos iniciados en Suiza y Alemania. En febrero de 1929, siendo auxiliar de la Facultad de Ciencias de Zaragoza, solicitó la concesión de una beca para investigar en Suiza y en Alemania sobre Electroquímica, en calidad de pensionada de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, la cual le fue concedida a través de la Real Orden de 30 de marzo de 1930, aunque no fue hasta mayo de 1930 cuando se trasladó a Basilea para investigar en el Anstaltfür Anorganische Chemie, permaneciendo seis meses en Suiza y Alemania⁷⁴. Entró a formar parte de la Sociedad Española de Física y Química en 1929.

Las actividades profesionales de Arnal Yarza no disminuyeron durante el franquismo, puesto que realizó diversos trabajos para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), formando parte del Instituto de Pedagogía San José de Calasanz y colaborando en el Boletín Bibliográfico del CSIC.

La influencia y difusión de su pensamiento científico se encuentra patente en publicaciones destinadas a los maestros e inspectores de Enseñanza Primaria mediante la Biblioteca Auxiliar de Educación⁷⁵.

Finalmente se estableció como catedrática y directora del Instituto femenino Beatriz Galindo,de Madrid, falleciendo prematuramente en 1960. Ese mismo año, el Ministerio de Educación le concedió a título póstumo la Orden de Alfonso X el Sabio y el embajador Gonzalo de Ojeda creó el Premio Vicenta Arnal, una beca destinada al pago de matrículas universitarias para aquellos alumnos que alcanzan la excelencia académica.

Entre sus publicaciones se encuentra Física y Química de la vida diaria (1954), Los primeros pasos en el laboratorio de Física y Química (1956) y Química en acción (1959). Junto con Inés García Escalera, profesora del Instituto de Segunda Enseñanza de Alcalá de Henares, escribió El mundo del saber (ciencias y letras) (1968) y Lecciones de cosas (1958), dedicándose Arnal a los temas científicos. Este último libro contenía lecturas para los alumnos de los últimos años de la escuela elemental. Arnal intentaba en esta publicación interesar al alumno por todos aquellos fenómenos que encontraba en su vida diaria referentes a temas científicos, como el magnetismo, el petróleo, la célula, etc. Por otro lado, había temas que tenían una vertiente experimental, mediante el uso de materiales sencillos y accesibles. Un tercer grupo de temas, con mayor complejidad que el resto, buscaban despertar la curiosidad del alumnado por los temas científicos⁷⁶. Por otra parte, tradujo la Historia de la Química de Hugo Bauer.

Vicenta Arnal Yarza fue una mujer muy inteligente y con una gran capacidad de trabajo que consiguió vencer todos los obstáculos que tenían las mujeres durante los primeros años del siglo XX para realizar estudios universitarios, investigaciones y conseguir ser catedrática de institutos de Segunda Enseñanza. Su brillante carrera académica, llegando a ser la primera doctora en Ciencias Químicas de España, sería motivo suficiente para que esta mujer tuviese un lugar destacado en la historia de la educación en nuestro país⁷⁷.

7.2. Dorotea Barnés González

Dorotea Barnés en el Smith College el día de su graduación / Pioneras españolas en las ciencias, Carmen Magallón Portolés.

Esta química, nacida en Pamplona en 1904, “representa uno de los esfuerzos más notables, aunque a la postre truncados, que se produjeron en el siglo XX por mostrar que la capacidad para la investigación científica no era exclusiva de los hombres”⁷⁸. Estudió Ciencias Químicas en la Universidad Central de Madrid. En 1929, aún sin haber finalizado la carrera, se va a los Estados Unidos con una beca del Smith College de Northampton, en Massachusetts, y una ayuda de la JAE. Allí realizó algunos estudios de Química con Mary Louise Foster y de análisis espectral con Gladys Anslow (1892-1969), una destacada física. Estas tres mujeres, Foster, Anslow y Barnés, publicaron en 1930 un trabajo sobre algunas características químicas y el espectro de absorción de la cistina en una de las revistas científicas de bioquímica de mayor prestigio internacional, antes y ahora: The Journal of Biological Chemistry. Con este trabajo obtuvo el Degree of Science del Smith College. El curso siguiente nuestra científica obtuvo una beca para trabajar en Química en la Universidad de Yale, en Connecticut.

En 1931 obtiene título de licenciada y posteriormente alcanza el de doctora. En ese mismo año empieza sus investigaciones en la Sección de Espectroscopía del Instituto Nacional de Física y Química, sección que dirigía el prestigioso Miguel Antonio Catalán Sañudo (1894-1957). Después, continuó trabajando como becaria en espectroscopía y obtuvo la cátedra de Física y Química del Instituto Lope de Vega de Madrid.

La Guerra Civil hizo que se exiliara. No obstante, una de las científicas de mayor reconocimiento dejó de investigar debido a que se casó⁷⁹. Ella misma apunta: “me dijo mi marido: o Química o matrimonio, a mí no me tienes esperándote en el laboratorio… y opté por el matrimonio”⁸⁰.

7.3. Pilar Madariaga Rojo

Nació en Madrid en 1903. Realizó los estudios de Bachillerato en 1919 en el Instituto General y Técnico Cardenal Cisneros. Licenciada en Químicas en 1929, perteneció a la Asociación Española de Mujeres Universitarias, creada por María de Maeztu en 1920, cuando había 345 universitarias en el país⁸¹.

Consiguió una beca por el Vassar College, una Universidad de mujeres en Nueva York, donde prolongó su estancia con una beca de la Junta para Ampliación de Estudios.

Estudió en la Universidad de Stanford (California), y posteriormente, en la de Columbia (Nueva York) se centró en Espectroscopía y Óptica, cuyos conocimientos y técnicas aplicó a su regreso a España, por ejemplo, en el análisis de la concentración de mercurio en el aire en las minas de Almadén, lo cual representó un avance respecto a los métodos utilizados en la época.

La Memoria de la JAE correspondiente a los cursos 1928-29 y 1929-30 recoge un informe de la actividad de Madariaga: “Asistió durante el año académico de 1929-30 a un curso de Físico-Química en Vassar College, en el que realizó medidas de fuerza electromotrices por medio de electrodos de calomelanos, de quinhidrona e hidrógeno. Determinó problemas especiales en relación con dichas fuerzas electromotrices y cálculo de pH. Al mismo tiempo que este curso, siguió uno de Espectroscopía, en el que además de los temas orales, trabajó en el laboratorio en el reconocimiento y medida de las líneas de los espectros de mercurio, níquel y titanio. En el segundo semestre intensificó en el laboratorio el estudio del titanio, del que hizo un estudio especial, considerando una tríada que termina en el nivel a5. Los temas orales consistieron en la discusión del espectro de absorción del hidrógeno, considerando sus nuevas líneas; y en los métodos de medida de los potenciales de ionización. Durante el período de verano asistió en «Stanford University » (California), al curso de Físico-Química moderna, en el que se expusieron nuevos aspectos de la estructura atómica, fotoquímica y espectroscopía. En este curso, por ser solo de once semanas, no hubo trabajos de laboratorio, sino que se presentaron temas escritos sobre Crítica de la teoría electrónica de la valencia y espectros de banda y su aplicación en la determinación de los calores de disociación«.

Entre 1932 y 1936 fue investigadora de la sección de Espectroscopía del Instituto Nacional de Física y Química formando parte del equipo de Miguel Catalán, con el que estudió el espectro del molibdeno, llegando a publicar en 1933 los resultados de estos estudios. Estas actividades investigadoras de Madariaga y las publicaciones en que las plasmó quedaron reflejadas en la Memoria correspondiente a los cursos 1933 y 1934 de la JAE, en cuya página 268 leemos: “Con la señorita Madariaga se hizo un estudio del espectro de arco del molibdeno y además se realizaron experiencias para la determinación de pequeñas cantidades de mercurio en el aire”⁸².

También colaboró con Catalán, junto a otras científicas, cuando fue nombrado, en 1932, para ocupar la Cátedra de Espectrografía y Estructura del Átomo, ligada a la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales que se incorporó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid, y ello pese a su juventud pues en aquella época esta química no había cumplido aún los 30 años⁸³.

Asimismo, fue catedrática de Física y Química en el Instituto de Enseñanza Secundaria Fray Andrés de Puertollano (1933-1934), pero sin desvincularse de Catalán y de su grupo de investigación.

En plena guerra, en 1937, cuando estaba encargada de un orfanato en Alicante, rechazó la oferta del Vassar College para dar clases, por considerar que en ese momento era más útil en España.

Una vez finalizada la Guerra Civil, se exilió en Estados Unidos y dio un giro a su carrera profesional dejando la ciencia por las letras, dando incluso clases de literatura. Cuando se jubiló, en el año 1968 regresó a España.

Pilar Madariaga fue una pionera en su ámbito, fue un ejemplo a seguir y abrió camino a otras mujeres universitarias con sus aportes científicos. Es más, destacó por su capacidad de adaptación, decantándose finalmente por las letras y brillando también en este ámbito. Por ello, nunca sabremos Miguel Ángel Catalán hasta donde habría llegado como científica⁸⁴.

7.4. María Paz García del Valle

Nació en San Esteban de Gormaz (Soria) en el año 1908. Cursó los estudios primarios en el colegio, pero también en su casa, donde fue enseñada por su madre. A continuación, cursó el Bachillerato en el Instituto-Escuela de la Junta para Ampliación de Estudios. Se licenció en Ciencias Químicas y, en 1932, recibió una beca de la JAE para realizar estudios espectroscópicos en Harvard (EEUU), ayuda que complementaría la beca obtenida del Radcliffe College (la sección femenina de la Universidad de Harvard). Durante esa estancia se formó en el campo de la electricidad y el magnetismo, la radioactividad y los rayos X y sobre teorías modernas acerca de la materia.

Desde 1928 fue socia de la Sociedad Española de Física y Química. En el Instituto Nacional de Física y Química (INFQ) trabajó en la Sección de Espectroscopía, bajo la dirección de Miguel Catalán.

7.5. Manuela González Alvargonzález

Nacida en Gijón, estudió Bachillerato en el Instituto Jovellanos, recibiendo un premio por parte del Ayuntamiento para estudiar en la Universidad Central. Una vez en Madrid, se instala en la Residencia de Señoritas. Se licenció en Químicas y Farmacia. Trabajó en la Sección de Electroquímica del INFQ, al mismo tiempo que realizaba estudios de cuarto de Farmacia y las asignaturas del doctorado de Químicas. Posteriormente, recibe una beca del Bryn Mawr College para ampliar su formación⁸⁵.

7.6. María Teresa Salazar Bermúdez

Nació en Villanueva del Ariscal (Sevilla), donde cursó Bachillerato. Se licenció en Químicas y posteriormente obtuvo el doctorado con una tesis titulada “Nueva revisión de la densidad normal del gas óxido de carbono”.

Fue alumna del curso práctico de Química-Física, Electroquímica y Electroanálisis bajo la dirección del eminente químico Enrique Moles. Después, trabajó en la Sección de Química-Física del INFQ (1931-1935). Fue profesora auxiliar en la Universidad de Madrid y posteriormente obtuvo el título de profesora adjunta en dicha Universidad, concretamente de Estructura Atómico-Molecular y Espectrografía⁸⁶.

Investigó sobre determinaciones de la tensión superficial a temperatura constante en el Laboratoire de Chimie Physique Appliquée de París.

7.7. Piedad de la Cierva Viudes

Nació en Murcia en 1913. En su ciudad finalizó sus estudios de Bachillerato y de Químicas. Fue en el año 1930 cuando ingresó como socia de la Sociedad Española de Física y Química. Trabajó en la Sección de Rayos X del INFQ, bajo la dirección del profesor Julio Palacios, entre 1932 y 1936. Su trabajo estaba centrado en la difracción de rayos X en redes cristalinas.

Se doctoró en Ciencias Químicas en 1934 con la tesis “Los factores atómicos del azufre y del plomo”. En 1936 recibió una beca para realizar estudios sobre bifurcación en la transmutación del aluminio por la acción de neutrones rápidos, en el Universitetes Institut for Teoretish Fisik de Copenhague⁸⁷.

8. Conclusiones

Hemos presentado hechos poco conocidos sobre el nacimiento del primer laboratorio químico para mujeres en España, el Laboratorio Foster, lugar en el que se formaron las primeas químicas españolas. Su fundación acaeció en un contexto de reticencia social haciala educación y la participación de la mujer en esferas que hasta entonces habían sido ocupadas de una manera exclusiva por hombres. A pesar de todos los obstáculos encontrados en el camino, mujeres como Mary Louise Foster adoptaron una serie de estrategias para impulsar la participación femenina en la ciencia española. Fue así como en el siglo XX surgió una producción científica de mujeres catalogada de excelente cuya influencia, a pesar del tiempo transcurrido, ha llegado hasta la actualidad.

Las conclusiones de este trabajo quedan resumidas a continuación.

La colaboración entre las instituciones es de una importancia crucial para conseguir logros. Debido a la cooperación que hubo entre el Instituto Internacional y la Junta de Ampliación de Estudios, las mujeres españolas pudieron entrar en el mundo universitario y llegar a la ciencia de una manera progresiva.
Gracias a que la JAE apoyó la incorporación de las mujeres en la investigación, esto tuvo como consecuencia que su presencia dejase de ser una excepción en la ciencia.
El Instituto Internacional trabajó para mejorar la formación femenina en nuestro país, y, además, fue fundamental para la creación del Laboratorio Foster, lo que facilitó a las mujeres su aprendizaje en carreras como la de Ciencias Químicas, en la cual la faceta práctica es fundamental.
Entre las paredes de este Laboratorio y también entre las de la Residencia de Señoritas, vinculada a la Residencia de Estudiantes, se formaron las pioneras de la ciencia española. Fueron mujeres importantes que, a pesar de todos los inconvenientes surgidos en su camino, porfiaron en su empeño, saliendo a formarse, incluso, al extranjero.(Hay que pensar en cómo viajaban estas mujeres y en qué condiciones; debió de ser toda una proeza debido a que eran viajes largos y las mujeres viajaban solas, algo que en aquella época era poco común). El apoyo institucional con el que contaron fue decisivo.
Estas estudiosas importaron sus conocimientos a nuestro país, aportando mucha información tanto acerca de nuevos descubrimientos como sobre métodos de enseñanza que ellas recibieron y que pondrían en práctica a su vuelta a España.
La carrera científica de la mayoría de estas mujeres se vio muy desfavorecida e incluso truncada por la Guerra Civil española. El conflicto provocó que hombres y mujeres de la ciencia, como de otros campos, tuvieran que exiliarse, por lo que sus equipos de investigación acabaron desmantelándose.
Por otra parte, en la Guerra Civil se destruyeron muchos documentos, por lo que encontrar información acerca de las pioneras de la ciencia no es tarea fácil. Hay que agradecer en ese sentido el esfuerzo de recuperar datos hechos por investigadoras como Rosa María Capel y Carmen Magallón, que se han sumergido en archivos como el de la Residencia de Señorita (Fundación Ortega y Gasset) o el del Smith College para ordenar y presentar estos datos.
Podemos y debemos dar a conocer el ejemplo y la trayectoria de estas científicas pioneras de la Química española, personalidades “invisibles” para casi todos nosotros.

9. Notas a pie de página

DOCUMENTOS RNE, 2016: Pioneras de la Ciencia en España.
UNED (2010): La Residencia de Estudiantes.
Según apunta Carmen Magallón Portolés, dentro de la propia ciencia, que es el paradigma de la objetividad, también existían prejuicios. Durante toda la historia de la ciencia ha habido teorías sobre la naturaleza de la mujer, algunas de las cuales afirmaban que los estudios iban en detrimento de su salud (Documentos RNE (2016)).
DOCUMENTOS RNE (2016).
MAGALLÓN PORTOLÉS, C. (1998): Pioneras españolas en las ciencias. Las mujeres del Instituto Nacional de Física y Química. Consejo Superior de Investigaciones Científicas: Madrid., p. 57.
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MARQUEZ, M. (2017): La Residencia de Señoritas, 2017
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ARAQUE HONTANGAS, N. (2008): Jenara Vicenta Arnal Yarza: Una científica y catedrática pionera en España. Faísca, vol. 13 n°15, p. 6.
MAGALLÓN PORTOLÉS, C. (2007): El laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas. La relación de la JAE con el International Institute for Girls In Spain, y la formación de las jóvenes científicas españolas. Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, vol. LIX, nº 2, julio-diciembre, p. 38.
“Estas becas (…) a aquellas señoritas que no pudiendo costear sus estudios se distinguieron por su aptitud y aprovechamiento. (…) solo se conceden a aquellas alumnas que hayan estado por lo menos un año en la casa y se hayan distinguido por su inteligencia y la seriedad en sus trabajos”. Memoria JAE, 1924-25 y 1925-1926, p. 435.
MAGALLÓN PORTOLÉS (2007) p. 38.
Memorias de la JAE, 1926-1928. Madrid, 1929, p. XII.
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“La vida de la Junta, en el año que acaba de expirar ofrece mayor cantidad de esfuerzos y esperanzas que dé resultados. La labor realizada no es ciertamente despreciable; pero no corresponde a lo que prometían la excelencia de la obra y el entusiasmo puesto en ella, acaso porque la actividad de la Junta, no obstante, respetuosas reclamaciones, ha estado suspendida, sus funciones mermadas y sus actos alterados”: en la Memoria correspondiente al año 1907 redactada por José Castillejo.
UNED (2010).
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Archivo histórico, RESIDENCIA DE SEÑORITAS. Signatura 5/8/45.
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GODINO, A. CASADO, G. (2017) La Residencia de Señoritas.
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Licenciada en Ciencias Físicas. Miembro de la Junta Directiva de Gobierno de la Real Sociedad de Física.(Fuente: DOCUMENTOS RNE (2016)).
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“El laboratorio de Química de la Residencia de Señoritas estuvo sin funcionar durante el curso 1926-27 por que las obras de reparación de dicho Laboratorio estaban suspendidas y la Junta no tenía dinero para terminar tales obras. En su viaje a los EE. UU. a principios del año 1927, la Srta. De Maeztu consiguió de la Corporación del Instituto Internacional (…) un donativo de veinte mil pesetas para la terminación de las obras del Laboratorio y para la instalación del mismo”. Archivo histórico RESIDENCIA DE SEÑORITAS 1926-27.
MEMORIA JAE 1926-27.
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La prestigiosa revista Journal of Chemical Education publicó un artículo sobre este laboratorio con fotos.
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TEIXIDÓ GÓMEZ, F. (2011): Las científicas Barnés González: un modelo.
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FRONTERA ZUNZUNEGUI (2010) p.15.
FRONTERA ZUNZUNEGUI (2010) pp. 18,20.
FRONTERA ZUNZUNEGUI (2010) p. 18.
FRONTERA ZUNZUNEGUI (2010) p. 24.
MAGALLÓN PORTOLÉS(1998) p. 323.
MAGALLÓN PORTOLÉS (1998) p.336-337.
MAGALLÓN PORTOLÉS (2011) pp. 94–101.

10. Bibliografía

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MARQUEZ, M. (2017): La Residencia de Señoritas (consultado el 12/07/2017)
MEMORIA DE LA JAE. Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Desde 1920-21 hasta 1933-34.
Notes and News, International Institute for Girls in Spain, number 23, October 1937.
Notes and News, International Institute for Girls in Spain, number 24, October 1938.
PUIG-SAMPER MULERO, M. A. (2007): Tiempos de investigación JAE-CSIC, cien años de ciencia en España.
ROMERO DE PABLOS, A.; SANTESMASES, M. J. (2008):Cien años de política científica en España. Fundación BBVA: Bilbao.
SÁNCHEZ RON, J. M. (2007): La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, un siglo después. Circunstancia. Año V – N.º 14.
SOCIEDAD DE ESTUDIOS VASCOS (2008): Dorotea Barnés González. Euskomedia (consultado el 16/07/2017)
TEIXIDÓ GÓMEZ, F. (2011): Las científicas Barnés González: un modelo.
UNED. (2010): La Residencia de Estudiantes (consultado el 12/07/2017)
VÁZQUEZ RAMIL, R. (2012): Mujeres y Educación en la España contemporánea. La Institución Libre de Enseñanza y La Residencia de Señoritas de Madrid. Ediciones Akal S.A.: Madrid.

11. Anexos

Estudiantes de la Residencia de Señoritas junto al presidente Niceto Alcalá Zamora / http://valdelacoeduca.blogspot.com.

11.1. Anexo I. Número de alumnas y prácticas realizadas

Tabla 1: Número de alumnas y directoras en relación con determinados cursos escolares⁸⁸

CURSO	NÚMERO DE ALUMNAS	DIRIGIDO POR
1920-21	30	Mary Louise Foster
1921-22	43	Mary Louise Foster
1922-23	19	Vera Colding
1923-24	30	Rosa Herrera
1924-25	Se desconoce	Rosa Herrera
1925-26	Cerrado
1926-27	Cerrado

⁸⁸ MAGALLÓN PORTOLÉS (2011) p. 202.

1927-28	30	Mary Louise Foster
1928-29	Se desconoce	Rosa Herrera
1929-30	Se desconoce	Enrique Raurich
1930-31	34	Rosa Herrera
1931-32	Se desconoce	Rosa Herrera
1932-33	42	Carmen Gómez Escolar
1933-34	39	Carmen Gómez Escolar
1934-35	Se desconoce	Carmen Gómez Escolar

El Laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas, Fortuny 53, hacia 1930 / Archivo General de fotos de la Residencia de Estudiantes, Madrid.

Tabla 2: Prácticas que se realizaban en el Laboratorio Foster, cuyo contenido en parte está tomado del libro “Pioneras españolas en las ciencias” de Carmen Magallón Portolés

CURSO	PRÁCTICAS Y GRUPOS
1920-21	Cuatro secciones y dos cursos, uno de análisis cualitativo y otro de análisis cuantitativo de cuatro horas semanales.
1921-22	Analizaron 20 soluciones conteniendo de 3 a 5 metales desconocidos, 25 sales desconocidas y 10 minerales. El curso de segundo año fue de Química Cuantitativa y en él utilizaron el libro de Casares como texto.
1922-23	Hubo dos grupos, uno dedicado a la Química Orgánica y otro a la Química Inorgánica.
1923-24	Hubo tres grupos: Primer grupo: Preparación de cuerpos gaseosos, en frío, en caliente y en disolución. Preparación y purificación de cuerpos por cristalización y destilación. Aplicación a los ensayos de la vía seca y del método general analítico a la investigación de disoluciones que solo posean un anión y un catión con estudio detenido de los reactivos de cada uno. Segundo grupo: Marcha analítica. Análisis cualitativo de disoluciones

	que posean varios aniones y varios cationes y estudio detenido de los reactivos de cada uno. Reconocimiento de impurezas de los cuerpos en casos sencillos. Práctica elemental de alcalimetría y acidimetría. Valoración de agua oxigenada, yodo, cloruros y otros cuerpos. Tercer grupo: Vasijas graduadas. Preparación. Análisis cuantitativo. Métodos por pesadas y volumétricos. Preparación de disoluciones normales, decinormales y centinormales. Alcalimetría, acidimetría, sulfhidrometría e hidrometría. Análisis de aguas, de leches, de orinas.
1924-25	Se realizan las mismas prácticas que el curso anterior.
1925-26	Cerrado
1926-27	Cerrado
1927-28	Prácticas de Química Orgánica y de Química Inorgánica.
1928-29	Prácticas de Química Orgánica y de Química Inorgánica.
1929-30	Las señoritas de primer curso verificaron los ensayos pirognósticos necesarios para preparar el programa de la asignatura de Mineralogía Aplicada. Las de segundo curso verificaron las prácticas necesarias para el reconocimiento de cada uno de los aniones y cationes corrientes comprendidos en las lecciones del programa de la asignatura de Química Orgánica. Se resolvieron además teóricamente y de manera razonada todos los problemas que en cátedra fueron enunciados y expuestos por el profesor de la mencionada asignatura. Pasadas las vacaciones de Navidad, empezaron a resolver individualmente problemas prácticos de mezclas de sales inorgánicas. En esta segunda parte del curso se distinguieron por la asiduidad en el trabajo y por sus aplicaciones las señoritas Concha Meseguer, María Rodríguez Carreño, Natividad Lasala y María Portolés, que llegaron a resolver perfectamente ocho, seis, nueve y tres problemas respectivamente. Hasta doce llegaron a ser las señoritas de tercer curso que asistieron al Laboratorio, haciendo algunos reconocimientos de sustancias

	orgánicas. Pasadas las vacaciones de Navidad y por indicación de la señora directora, se convirtió la clase práctica en oral a petición de las alumnas. A las prácticas de Análisis Químico, pertenecientes al curso de Farmacia, siete señoritas fueron las que asistieron. Las señoritas Dolores Quesada, Isabel Carrión y Consuelo Ochoa, asistieron asiduamente y con verdadera aplicación, resolviendo seis problemas de Análisis químico cualitativo, incluso alguno que constituía el llamado “caso complicado”. Al empezar los trabajos de Análisis Cuantitativo estas mismas señoritas se prepararon y comprobaron las soluciones valoradas más corrientes, verificando repetidas veces, hasta imponerse bien en la técnica, las siguientes determinaciones cuantitativas: glucosa, cloruros y fosfatos en orina; acidez total, fija y volátil; grado alcohólico, taninos y sulfatos en los vinos; número de acidez, de saponificación, de yodo, de acetato; residuo insaponificable, falsificaciones y adulteraciones en un aceite traído por una de las señoritas, materia orgánica y cloruros del agua del Laboratorio. La señorita María Luz Navarro, en funciones de ayudante, prestó con asiduidad y competencia valioso concurso y ayuda aprovechando los momentos libres para empezar a trabajar en análisis de quesos. El señor Raurich, gracias al buen orden observado por todas las alumnas, pudo comprobar y arreglar una marcha sistemática para la separación cualitativa e identificación de los ácidos inorgánicos más corrientes. Este trabajo se presentó en las sesiones del 1 al 4 de mayo de 1930 que celebró en Sevilla la Real Sociedad Española de Física y Química, con motivo de la primera reunión anual.
1930-31	Realizaron prácticas de Química Orgánica y de Química Inorgánica. Los de Química Inorgánica comprendieron trabajos de análisis cualitativo y análisis cuantitativo.
1931-32	Ídem.
1932-33	Ídem.
1933-34	Ídem.

1934-35

Se desconoce.

11.2. Anexo II. Informe del curso 1927-28 realizado por M. Louise Foster

Sobre las imágenes

Para formar una mejor idea de lo que fueron la Residencia de Señoritas y el Laboratorio Foster hemos incluido una serie de fotografías históricas representativas que se conservan, fundamentalmente, en el Archivo Moreno del Instituto del Patrimonio Cultural de España, el Smith College (Universidad privada femenina ubicada en Massachusetts, Estados Unidos) y la Fototeca del Patrimonio Histórico, del Ministerio de Educación, cuyos fondos se han consultado para realizar este trabajo. Algunas de las imágenes se han tomado de publicaciones de Carmen Magallón Portolés, catedrática de instituto de Física y Química e historiadora, que es una de las principales especialistas en el tema. No hemos podido encontrar fotografías de todas las químicas pioneras que hemos citado, ya sea por su inexistencia, por estar en archivos familiares no divulgados o por haberse perdido como consecuencia de la Guerra Civil.

Abstract

At the beginning of the 20th century, the number of women pursuing higher studies was negligible. That is why, in 1915, to promote the access of women to science and culture, the Institución Libre de Enseñanza (ILE), through the board for the expansion of studies, the Residencia de Señoritas was created. A parallel entity to the Residencia de Estudiantes which had been founded only five years before.

The Residencia de Señoritas provided to its students an extraordinary cultural, scientific and social growth. Its director was the pedagogue of the ILE María de Maeztu, whose friendship with Susan Huntington, director of the International Institute for Girls in Spain (IIGS), led to a strong partnership between the two agencies, strengthening the relationship with other North American centers dedicated to the education of women.

The fruit of this cooperation gave room to exchanges of both students and teachers. In this sense, in the history of the Spanish Chemical the arrival of Mary Louise Foster in 1920 to the post of Director of the IIGS has a special significance. The shortage of educational facilities for the training of women in the field of chemistry, this teacher decided to set up a laboratory in the Residencia de Señoritas, which since 1928 was given the name of his alma mater. Great women of science such as Jenara Vicenta Arnal, Dorotea Barnes or Pilar de Madariaga were forged among its walls.

The Residencia de Señoritas finished operating in 1936 and no longer resumed its activities but at the end of the Civil War. The Laboratory Foster disappeared too and a good part of the promoters of these initiatives were forced into exile.

Este Trabajo de Fin de Grado de Ciencias Químicas fue defendido por su autora, Esther Palomo Hernández, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en el curso escolar 2016-17.