viernes, 19 diciembre 2025

Viajes de los primeros humanos a Sudamérica

¿Cómo llegaron los humanos a Sudamérica? Esta es una de las preguntas más intrigantes en la historia de nuestra especie, y durante mucho tiempo ha sido también una de las menos exploradas. Mientras que Europa, Asia y América del Norte han recibido gran atención científica respecto al poblamiento humano, Sudamérica ha permanecido en un relativo segundo plano. Sin embargo, nuevas investigaciones genéticas están empezando a cambiar eso.

Un estudio publicado en Science en mayo de 2025 ha dado un gran paso para iluminar este capítulo poco contado. A partir del análisis del ADN de 1537 personas de 139 grupos étnicos, un equipo internacional liderado por Hie Lim Kim (Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur) identificó cuatro grandes linajes genéticos originados tras la llegada de los primeros humanos al continente sudamericano, hace entre 13900 y 10000 años. Estos linajes, que todavía se detectan en poblaciones actuales, fueron denominados Amazónicos, Andinos, Chaqueños y Patagónicos, en referencia a las regiones donde son más evidentes hoy.

Para entender la magnitud de este proceso migratorio, hay que recordar el punto de partida: África, el continente donde Homo sapiens evolucionó por primera vez. Desde allí, nuestros ancestros fueron expandiéndose hacia el suroeste asiático y luego hacia todos los rincones de Eurasia. Algunos incluso llegaron hasta el noreste de Asia, a una región hoy conocida como Chukotka, en el extremo oriental de Rusia. Desde allí, cruzaron hacia Alaska, probablemente a través de Beringia, una franja de tierra expuesta durante la última glaciación que unía Asia con América del Norte.

Una vez en el continente americano, los humanos comenzaron a desplazarse hacia el sur. Algunos lo hicieron siguiendo la costa del Pacífico en embarcaciones rudimentarias, otros se internaron por el interior del continente. El trayecto fue largo y lleno de obstáculos, pero finalmente llegaron hasta el extremo austral de Sudamérica. Lo más notable es que, tras su llegada, estos grupos se separaron y permanecieron en gran medida aislados, probablemente por barreras geográficas como la cordillera de los Andes.

El nuevo estudio genético muestra que, tras esta división, no hay evidencia de mezclas significativas entre los grupos. Es muy posible que nunca se volvieran a encontrar, creen los investigadores. Esta separación explica parte de la diversidad genética actual, pero también revela que aún hay mucho por descubrir, especialmente en zonas poco muestreadas como el interior del Amazonas brasileño.

La arqueología también ha aportado pistas valiosas. En Uruguay, por ejemplo, se han hallado artefactos de entre 10000 y 11000 años de antigüedad en el departamento de Tacuarembó. En el llamado Cono Sur, los primeros humanos cazaban megafauna como perezosos gigantes y gliptodontes, e incluso fabricaban herramientas con sus huesos.

Otras investigaciones han revelado migraciones asombrosas, como la del pueblo guaraní, que recorrió más de 2500 km desde el suroeste de la Amazonía hasta el Río de la Plata, donde hoy se encuentran Buenos Aires y Montevideo. Y no todas las historias tienen un final feliz: el análisis de ADN antiguo en Colombia reveló una población de cazadores-recolectores que vivió hace unos 6000 años en el Altiplano de Bogotá, a más de 2600 metros de altitud, pero que desapareció sin dejar rastros genéticos en poblaciones actuales.

Todo esto nos recuerda que Sudamérica es un continente vasto, diverso y lleno de secretos. Apenas hemos comenzado a conocer la historia de los primeros humanos que lo habitaron. Lo que está claro es que su travesía fue una hazaña de resistencia, curiosidad y adaptación, cuyas huellas apenas empezamos a descifrar.

Relacionados

Dejar un comentario

Descubre más desde TRIPLENLACE

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo