Una imagen capturada el 5 de marzo de 2025 por uno de los satélites del progra Copérnico (Centinela-2) muestra el Monte Teide, en la isla de Tenerife, cubierto de nieve tras el paso de un intenso sistema tormentoso. Durante el fin de semana anterior, fuertes lluvias y temperaturas bajo cero acompañaron la llegada de una dana, lo que desencadenó intensas nevadas a partir del 2 de marzo. Una dana es una depresión en niveles altos de la atmósfera, que, aislada de la circulación general atmosférica, se mueve de forma independiente y puede producir grandes perturbaciones con precipitaciones muy intensas.
Las vías de acceso al volcán fueron cerradas debido a la presencia de hielo, lo que dificultó el tránsito y aumentó el riesgo de accidentes. En respuesta, las autoridades locales activaron medidas de emergencia e instaron a la población a extremar las precauciones, evitando ascender a las cumbres sin antes consultar el estado de las carreteras y la situación meteorológica. La combinación de precipitaciones intensas y temperaturas bajo cero puede provocar la formación de placas de hielo en caminos y senderos.
El impacto de esta tormenta invernal también se ha hecho sentir en la movilidad y el turismo de la región, ya que muchas de las rutas de senderismo y acceso al Parque Nacional del Teide han quedado temporalmente inhabilitadas. Los equipos de emergencia trabajan en la restauración de los caminos, y se espera que las restricciones se levanten gradualmente conforme mejoren las condiciones meteorológicas.
Las impresionantes imágenes de satélite reflejan la magnitud del fenómeno y subrayan la importancia de contar con planes de prevención y respuesta ante episodios climáticos extremos, cada vez más frecuentes debido a los efectos del cambio climático.

