A mediados de la década de 1960 la humanidad empezó a sufrir una extraña fiebre. Varias personas de diversas partes del mundo aseguraban que seres extraterrestres se los llevaron desde su hogar o su vehículo, contra su voluntad, a supuestas naves espaciales y los sometieron a exámenes médicos y de otros tipos. De estas personas se dijo que habían sido “abducidas” La mayoría de las veces, los testigos hablaron de experimentar amnesia, conscientes al principio solo de un inexplicable “tiempo faltante” en sus vidas que iba desde unos pocos minutos a unas horas. Más tarde, la memoria volvía, a veces de forma espontánea, a veces en los sueños, o bien mediante el hipnotismo.
Se hizo famoso un matrimonio estadounidense que dijo haberse encontrado con una “nave espacial” (un ovni) en la noche del 19 al 20 de septiembre mientras viajaban en automóvil. Miraron el ovni con prismáticos y, según aseguraron más tarde, vieron figuras en él, una de las cuales los observaba. Huyeron mientras escuchaba pitidos. Al llegar a su casa se dieron cuenta –afirmaron– de que al menos dos horas parecían faltar en su recuerdo consciente. Meses más tarde la mujer dijo haber tenido sueños inusualmente vívidos en los que los “seres” la obligaban a ella y a su esposo a entrar en un ovni, donde unos humanoides de color gris les hicieron un reconocimiento médico. Posteriormente, el matrimonio fue a un psiquiatra al que, bajo hipnosis, le relataron los detalles del “secuestro”. La historia huele a kilómetros a psicosis, tendencia a la alucinación, la confabulación, la parálisis del sueño o cualquier desorden parecido, que normalmente no es grave. Pero llegó a un periódico necesitado de noticias sensacionalistas y acabó en un libro superventas. A partir de estas publicaciones otras personas dijeron que también habían sido “abducidas”.

Por ejemplo, en Nebraska, un policía dijo haber visto en las primeras horas de la mañana del 3 de diciembre de 1967 un ovni flotando a poca distancia de él. Afirmó que creía que el avistamiento no había durado más de diez minutos y que, cuando más tarde se dio cuenta de que había pasado media hora, se puso nervioso, experimentó insomnio y escuchó un zumbido dentro de su cabeza. Bajo hipnosis relató una experiencia a bordo con humanoides bajos, de piel gris y ojos felinos, que curiosamente eran parecidos a los de la abducción del matrimonio revelada a los cuatro vientos.
En 1973 hubo una ola de supuestos avistamientos de ovnis. Dos pescadores norteamericanos afirmaron que “entidades robóticas” los habían llevado a una nave. La historia recibió una enorme publicidad, al igual que un incidente aún más espectacular en noviembre de 1975, cuando un trabajador forestal de Arizona “desapareció” después de que seis colegas vieran un rayo de luz de un ovni que lo golpeó y lo tiró al suelo. Por supuesto, esto lo afirmaban ellos. El sujeto dice que regresó cinco días después con recuerdos fragmentarios de haber visto a dos tipos de seres, pequeños hombres grises y entidades parecidas a humanos. Así es como ha trascendido esta fantasía, cuya realidad seguro que fue bien diferente. Porque es significativo que estas historias empiezan siendo contadas por la gente que supuestamente las vivió, pero al poco tiempo son relatadas por otros en términos de haber ocurrido realmente. Así, no se dice habitualmente “el sujeto afirmó haber visto un ovni” sino “el sujeto vio un ovni”.

Interpretaciones
Los investigadores serios de estos fenómenos no los ven como algo que vaya más allá de algún tipo de manifestación psicótica. Pero son muchos los que, sin base científica ninguna, dan opiniones de lo más variopintas que por supuesto parten de la base de que se trata de verdaderos “secuestros” hechos por seres extraterrestres para estudiarnos de alguna manera. Una interpretación benévola de la abducción es que la practican “inteligencias paranormales e interdimensionales” (sin que se explique bien qué se quiere decir con eso) que están aquí para “enseñarnos a abrazar otras realidades y cuidarnos mejor unos de otros y del mundo en que vivimos”.
En 1977, tres investigadores de California intentaron demostrar que los voluntarios bajo hipnosis, forzados a imaginar abducciones, contaban historias indistinguibles de las relatadas por abducidos «reales». En algunos casos, las experiencias imaginarias que sufrían podrían significar estar reviviendo traumas asociado con sus nacimientos. Algunos estudios psicológicos encontraron que los secuestrados a menudo mostraban todos los síntomas del trastorno de estrés postraumático del tipo que normalmente se asocia con haber sido víctima de delitos, agresiones personales u otros terrores amenazantes.
En el extremo opuesto, otros sostuvieron que seres extraterrestres (cuya existencia, no lo perdamos de vista, no está demostrada) estaban literalmente secuestrando a seres humanos y haciéndoles cosas sin su consentimiento. Hay quien estudió unos 300 casos y aseguró que existía “un fenómeno real de características sorprendentemente consistentes”. Otro dijo que la razón para las abducciones extraterrestres era “la creación de una raza de seres híbridos para reponer la reserva genética aparentemente agotada de los extraterrestres” o para reemplazar a la raza humana en algún momento. Se basaban en las convicciones de alguna mujeres secuestradas de que se quedaban embarazadas de forma inexplicable, y luego, después de secuestros subsecuentes en los que se les practicaba una penetración vaginal con un dispositivo de succión, los embarazos habían terminado repentinamente, pero en secuestros posteriores se les mostraban bebés o niños pequeños con rasgos mestizos entre humanos y extraterrestres. También había casos de relaciones sexuales entre hombres secuestrados y mujeres alienígenas más o menos humanas, quizás híbridos adultos. Es curioso que a partir de cierto momento los mestizos empezaron a aparecer más a menudo en la “iconografía” de las abducciones.
De hecho, la autosugestión parece que juega un papel importante en el fenómeno. Por ejemplo, se publicó un libro en cuya portada aparecía un alienígena de piel gris y ojos grandes y eso provocó una avalancha de «recuerdos» entre muchos de los que vieron la imagen. Poco a poco, las supuestas abducciones de ovnis ya no eran propiedad de los abducidos y los ufólogos. Se habían expandido a la cultura popular y el extraterrestre gris se convirtió en un elemento básico en dibujos animados, anuncios, programas de televisión…
Fuente
Jerome Clark: Extraordinary encounters: an encyclopedia of extraterrestrials and otherworldly beings, ABC-CLIO, 2000.
Imágenes: livescience . com, history . com, steampowered . com


Hola
Pensar con palabras es ordenar alfanuméricamente, para controlar, sincronizar y proyectar en planos de dos dimensiones. En ese circuito cerrado todas las posibilidades se reducen a probabilidades mediante lógicas booleanas. Sin embargo son programadas para pasar por una puerta prestablecida y condicionada con las creencias. Aún con el pensamiento lateral, se posicionan en la puerta, de esta manera se mantiene la causa, y lo nuevo es funcional en los efectos. Esto puede extrapolarse a una simulación por computadora. El circuito es efectivo y encuentra lo que busca siempre. Mientras lo descartado en decimales actúa igualmente en el funcionamiento de la máquina de procesos. De esta manera se posiciona al ser dentro del tablero como un objeto o producto ajustado a las estadísticas.
La cárcel del observador, desde donde parte la proyección, tiene un denominador común, confunden lo que es con lo que cree que es, incluido con sí mismo. Esto sucede porque el lenguaje domina al ser y consecuentemente es llevado por su etiqueta desde creencias y sistemas de control o de gobierno. El deber con la etiqueta es muy efectivo pero pobre en sentidos, y tiende a sintetizar la parte por el todo. Este estigma se reproduce en cada núcleo familiar, con diferentes matices e intensidades entre el esclavo y el amo, generando vulnerabilidades y previsibilidad que son utilizadas para gobernar masas mediante relatos. El esclavo, como ser inferior, puede convertirse en víctima o en masoquista, polarizándose y jugando el rol con su opuesto. Es decir, lo muerto por estático, moviliza y gobierna sobre lo vivo. Por eso todo sistema de gobierno brinda libertad condicional con permisos mediante un contrato social entre los que mandan y los que obedecen. Básicamente, el sistema de gobierno refleja el estado de desarrollo del autogobierno de la población. El ente gobernante posee toda la dirección creativa mientras la persona se autolimita en sometimiento. Por eso no pueden discernir entre el bien y el mal, la verdad y la mentira o entre la ficción y la realidad. Una relatividad muy conveniente que posiciona a la vida lógicamante como un caos y la máquina emerge como un pilar de seguridad para el control del que se hacen esclavos. La fusión alterada de la simulación creativa con la realidad, es una consumación distorsionada que al igual que en una pesadilla, los símbolos de lo ignorado mutan según la condición y estigma del creyente. La música de fondo siempre es el miedo a la muerte, y la etiqueta, víctima de sus creencias, se protege lógicamente inclinándose a lo seguro, que generalmente es un mal menor.
Por eso, todas las patologías están vinculadas con formas de esclavitud.
Las experiencias consumadas desde la distorsión, ya sea mistica, profética, ecm, abduccionista, contactista, o simplemente una crisis, enfermedad o accidente, tienden a justificar las condiciones de las creencias.
La experiencia personal sirve para su propia liberación, ya que es una vía de escape de la sensación de eternidad en el plano 2d de la palabra. El resentir es insoportable desde allí, y al tener interferidas sus señales de alarma en una saturación, estos simulacros se convierten en la única forma en la que pueden sentir su estado y centrar su atención en lo esencial.
Si bien, cualquiera puede sacarse una espina atendiendo a la señal de dolor, con el sufrimiento mo sucede lo mismo.
Entonces, la pesadilla, sueño o mito, se hacen presente. En un sueño lúcido, experiencias fuera del cuerpo, o en sueños premonitorios, se sale de esa red 2d hacia una copia fiel y maleable de la realidad que dice Si a todo, inclusive a lo aberrante, un espacio en donde se distinguen las proyecciones lógicas y puntos de encuentro desde las creencias, de manera clara o simbólica, de acuerdo al nivel de ignorancia. Por eso, una vez dominado el lenguaje, se debe modificar la creencia, cambiarla, o descartarla totalmente según según sea conveniente. Entonces se convierten en referencias, como lo son las palabras que aluden a realidades. También se distinguen las palabras inventadas para el control desde los relatos de la propaganda, sea política, económica, religiosa o cientificista. Relatos que movilizan lo real.
Una palabra que genera un enemigo invisible, es reproducido indefinidamente por el creyente en su resentir para poder identificarlo y explicarlo, pero no para solucionarlo, por eso el intermediario brinda ficciones paliativas como alimento y se posiciona ficcionalmente como un salvador que lucha contra los enemigos o monstruos.
Esto puede relacionarse con la memoria del mal amor, una impresión que es cuidada como un pilar t tesoro, pero entre el cariño y el sufrimiento.
Cuando la población domine su lenguaje podrá disponer de su sistema y ficción legal/técnica a su servicio, creida como verdad absoluta, como también de las fantásticas y catárticas sin ser presa por ellas, ni por los listos que se dieron cuenta del juego. Los serios siempre pierden.
El verdadero pensamiento creativo está más allá de las palabras, y se entrena con el oficio y en especial con el arte, en donde la materia prima es la memoria vital y la esencia del ser, y sus lenguajes son herramientas y las palabras son objetos. Por eso todo lo escrito siempre es ficcional, lo que importa es vivir la experiencia, concretar, consumar en alegría.