El equipo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) que se ve sobre estas líneas trabajaba a solo 60 MHz y tenía muy pocas funciones, pero fue suficiente para que el químico Paul Lauterbur hiciera con él las investigaciones sobre imagen por resonancia que le valieron el Premio Nobel de Medicina en 2003.
El aparato lo fabricó Varian en torno a 1961 y fue de los primeros de esta prestigiosa empresa norteamericana (posteriormente absorbida en 1999 por otra). Varian entregó este equipo a la Universidad de Stanford con la condición de que sus técnicos y empleados tuvieran derecho a usarlo para aprender.
En la consola habían pegado un papelito que decía:
Atención: esta máquina es susceptible de experimentar averías durante los periodos en que más se la necesita.
Y otro se daba esta recomendación para cuando la máquina se estropease:
Mantente sereno y dile cosas agradables a la máquina; ningún otro método parece funcionar.
La técnica de la resonancia magnética nuclear fue adaptada para su aplicación al estudio de sistemas químicos por Felix Bloch y Edward Purcell, que ganaron por ello el premio Nobel de Física de 1952.
Hoy día hay equipos de RMN de investigación fisicoquímica y en química orgánica tan grandes que se necesitan escalerillas para introducir la muestra:

Los equipos que resonancia magnética nuclear que se emplean en los hospitales para obtener imágenes son muy distintos a los que se emplean en investigación química:
